Triplano Fokker Dr 1 ( Primera Guerra Mundial )
Manfred von Richthofen, el «Barón Rojo», junto a su triplano Fokker DR.I escribieron una de las páginas más famosas de la historia de la Gran Guerra. Introducido en el frente oeste en junio de 1917, el Cuartel General ordena la producción del Fokker DR.I en serie, sólo después de haber sido probado y aprobado por el as de la aviación germana Manfred von Richtofen. El DR.I fué el avión más maniobrable de la 1ª Guerra Mundial y el más rápido en velocidad de ascensión. Montaba un motor radial Oberursel que conseguía que el Dr.I alcanzase la velocidad de 193 km/h, pudiendo ascender hasta los 3000 metros en seis minutos. Montaba dos ametralladoras Spandau MG en la parte anterior de la cabina. Todos los pilotos de la escuadrilla de Richtofen pilotaban estos triplanos. Se hicieron famosos por la orden del Barón Rojo de pintarlos de llamativos colores al recibir un comunicado del Cuartel General en el que se instaba a las escuadrillas a pintar los aviones con colores de camuflaje. A esta escuadrilla se la llamó «El Circo Volante», y su intención era siempre «dejarse ver» por el enemigo en vez de esconderse. Aunque el DR.I fué retirado del frente a finales de 1917 Richtofen continuó pilotando este modelo hasta el día de su muerte, habiendo derribado la asombrosa cifra de 80 aeroplanos enemigos antes de ser abatido por el Capitán A. Roy Brown en abril de 1918.
El Fokker Dr.I (Dreidecker, ‘triplano’ en alemán) fue un caza alemán de la Primera Guerra Mundial construido por la compañía de Anthony Fokker. Cuando irrumpió en el frente occidental a finales de 1917, pilotado por ases legendarios como el «Barón Rojo», Manfred von Richthofen , el reducido número de Dr.I alcanzó un impresionante palmarés de victorias en combate.
Durante un año escaso a partir de octubre de 1917, los 318 triplanos Fokker Dr.I, más los dos prototipos, se auparon a un lugar de privilegio en el panteón de la fama de la aviación militar. Como en el caso del Sopwith Triplane en el que se inspiraba, la razón principal de ello estribó en los brillantes aviadores que los pilotaron. Nunca ha existido en la Historia de la Aviación una unidad tan famosa como la JG1 de Richthofen, denominada a menudo » el circo volante de Richthofen » a causa del gran número de cazas bajo un mando único, de sus cuidadosamente planeadas y organizadas técnicas de combate y, principalmente, de sus brillantes y a menudo personalísimos esquemas de color. Naturalmente los 318 Dr.I de producción equiparon no sólo los cuatro Jagdstaffeln(escuadrones de caza) de la JG1, sino algunas otras Jagdgeschwader.
El último Dr.I fue entregado en mayo de 1918, época en que empezó a fabricarse con urgencia el marcadamente superior Fokker D.VIII para reemplazarlo. Nunca hubo más de 171 triplanos en servicio (el punto más alto se alcanzó a primeros de mayo de 1918, y el número había descendido a 125 hacia mediados de junio), y durante el verano la mayoría de los Dr.I supervivientes fueron transferidos a los Jastas de defensa del territorio en Alemania.