Este martes vivió su puesta de largo para 2022 el equipo Repsol Honda de MotoGP, con Marc Márquez y Pol Espargaró como astros del evento que intentarán poner la nueva RC213V en lo más alto de la parrilla.
Sin embargo, el piloto de Cervera es consciente de que los problemas que experimentó en 2021 aún no están del todo resueltos, como demostró en los primeros test con la nueva moto en los que sufrió dos caídas.
El 2021 no fue sencillo para el español que sufrió lesiones como nunca antes en su carrera deportiva. A la fractura de húmero en Jérez en 2020 se le sumó una más en la visión que lo forzó a perderse el cierre de la temporada, cuando ya había ganado tres fechas y parecía que estaba recuperando su nivel.
Esto lo alienta a regresar sabiendo que el potencial está, pero la versión actual de Marc Márquez lejos está de ser la mejor: «Me veo obligado a decirlo (luchar por el título) porque es lo que siento y pienso, pero nunca estuve tan mal antes de afrontar un Mundial. Empezamos motivados y vamos a ir carrera a carrera«.
«Ahora no estoy para ganar, ni para estar en el podio en la primera carrera (en Qatar el 6 de marzo). Pero poco a poco intentaremos mejorar para poder luchar por el título al final. La luz al final de túnel cada vez brilla más«, reconoció el ex campeón del mundo.
Estas declaraciones se dieron tras la presentación de la nueva Honda, sobre la que explicó: «Desde que estoy en Honda nunca había habido un cambio tan grande en la moto en general. Además, se ha producido en mi peor momento. Vamos a ver si podemos despegar; ese es el objetivo«.
«En Honda, y en cualquier fábrica, hasta que no hay una sequía de resultados no se produce un gran cambio. El año pasado, sin disponer de la mejor moto, gané tres carreras. Todos los pilotos coincidimos en los comentarios, de modo que el cambio es positivo«, añadió respecto a cómo afronta tantos cambios con una moto que le permitió ser octavo en los tests del fin de semana en Sepang.
Para finalizar, dejó en claro cómo afrontará los fines de semana al inicio del año: «Una persona debe ir convencida hacia su objetivo. Pero no me veo ahora haciendo una carrera como la de Jerez de 2020, en la que remonté desde el puesto 20º hasta el segundo. Será difícil que lleguemos a una carrera y arrasemos, pero vamos a trabajar«.
Su lesión en el hombro, que aún colea, y la diplopía -la visión doble- de la que parece estar ya recuperado marcaron el año pasado para el ocho veces campeón del mundo, que no quiere despertar euforias y es tajante con las aspiraciones.
«Las condiciones actuales no son para arrasar ni para ganar ni siquiera para podio. Pero podemos coger nivel para ganar el Mundial. Habrá que tener paciencia para ganar, igual que el año pasado que empecé luchando por ‘Top 10’ y acabé ganando carreras, es algo que he aprendido», dijo, mostrándose del lado de la prudencia.
Nadal, el espejo en que mirarse
Si hay un deportista español que recientemente ha demostrado lo que es reponerse a las lesiones para volver a tocar la gloria, ese es Rafa Nadal. El balear venció en una épica final del Open de Australia ante Medvedev después de un torneo espectacular al que llegaba tras pasar el covid y con el lastre de su lesión de por vida, una hazaña que no se le escapa a Márquez.
«Me motivó muchísimo ver el partido de Nadal pero tienes que ser realista, saber dónde estás y dónde quieres llegar, y si hubiera una carrera mañana no estaría para luchar por la victoria», comentó, de nuevo, dejando claro que, al menos al principio de la temporada, no cuenta con estar entre los primeros.
Un 2021 para aprender y coger impulso
Márquez vuelve a la moto tras un 2021 en el que tuvo que aprender y resignarse a simplemente terminar carreras, después de su triple paso por el quirófano y el problema de la visión doble que finalmente le obligó a dar por terminada la temporada antes de tiempo.
Una etapa en la que, como ya le ocurrió a Nadal, vio como la opción de poner fin a su carrera se ponía sobre la mesa, aunque él también optó por continuar hasta que el cuerpo aguante.