Esta temporada ha sido la peor de Ferrari desde 1993 al acabar en un discreto cuarto lugar en el Mundial de Constructores después de no haber logrado ninguna victoria y tan solo dos podios. Fernando Alonso fue el autor de ambos podios al ser tercero en el Gran Premio de China y segundo en el de Hungría.
El equipo de Maranello ha sido objeto de una amplia reestructuración en su intento de volver a la senda del triunfo. La llegada de Marchionne y Arrivabene avivan la ilusión en la Scuderia. Sin embargo, el nuevo director del equipo se muestra cauto ante la próxima temporada.
«Si logramos dos victorias en 2015 será un éxito, tres un triunfo y si conseguimos cuatro, tocaremos el cielo”, afirmó Arrivabene en la habitual comida de Navidad de Ferrari con la prensa.
Ferrari necesitará como mínimo dos años para estar en las primeras posiciones de la parrilla. Sergio Marchionne se fija en el modelo de Mercedes. La escudería germana dominó esta temporada con autoridad ante el asombro de todos.
«En mis conversaciones con los jefes de Mercedes, Toto Wolff y Dieter Zetsche, el proceso que les ha permitido tener un año sobresaliente como el de este año fue una resolución tomada hace un par de años. Llevó dos años para madurar en términos de soluciones técnicas. Ferrari probablemente pueda llegar al mismo lugar a finales de 2016«, comentó.
Las salidas de Pat Fry, director de ingeniería, Nikolas Tomabazis, responsable de diseño y el analista de neumáticos, Hirohide Hamashima, forman parte de la reestructuración del equipo Ferrari de cara a 2015. Sin embargo, la Scuderia se ha anotado un buen fichaje, la incorporación de Jock Clear, ingeniero de rendimiento de Mercedes.
«La gente que tenemos son buenos y no habrá grandes sorpresas. Necesitamos un nuevo sentido de espíritu de equipo«.
Las individualidades no marcan la diferencia por lo que Arrivabene clama al trabajo en equipo: «Tenemos que trabajar en equipo porque no creo en los éxitos individuales. Yo creo en el éxito del equipo«, afirmó el jefe de Ferrari, quien también señaló que el nuevo monoplaza ya ha pasado los crash test de la FIA.
Ferrari es una de las escuderías que está luchando para relajar la congelación de motores en 2015 en un intento desesperado por cerrar la brecha con una unidad de potencia de Mercedes. Marchionne asegura que de momento no habrá cambios y se muestra muy crítico con la normativa.
«No hay ningún cambio asegurado. Las regulaciones son un verdadero laberinto, están muy mal hechas, deben haber sido escritas por gente borracha en un bar. Tenemos que simplificar las normas de modo que incluso la gente normal pueda entender«, sentenció.