Repasamos los accidentes recientes en Formulas para especular qué hubiera pasado
‘Motorsport is dangerous’ rezan multitud de slogan que se pueden leer alrededor de cualquier circuito e incluso en distintivos como pases o entradas. El Motorsport, al menos hablando de Fórmulas, gozó de una muy prospera racha donde solo quedaba congratularse por el aumento de la seguridad año a año.
Pero todas las rachas se rompen, y el destino quiso además concentrar dos incidentes en un muy corto espacio de tiempo para evidenciar que aún quedaba mucho trabajo para hacer, especialmente en una zona en la que el piloto se encuentra notablemente desprotegido.
El 19 de julio de 2009 el ya extinto campeonato de Fórmula 2 promovido por la familia Palmer con vehículos construidos por Williams celebraba la cuarta cita de la temporada en el circuito de Brands Hatch. Mediada la segunda carrera, el británico Jack Clarke perdió el control de su vehículo yendo a parar a las barreras, con la mala fortuna de que una de las ruedas se desprendió del vehículo y regresó a la pista botando a baja velocidad y sucediéndose la fatalidad de golpear de lleno contra el casco de Henry Surtees, provocándole la muerte en el acto.
Una semana después, durante la celebración del Gran Premio de Hungría, Felipe Massa se incrusta bajo las protecciones, evidenciándose poco después que un pequeño objeto cilíndrico le había golpeado, dejándolo inconsciente. Aunque Massa salió con vida de aquel percance, bien pudo haber acabado como Henry Surtees en ese mismo momento, levantando sensibilidades.
Esa misma temporada se reforzaron las viseras de los cascos y se trabajó en fortalecer dicha zona para evitar lo ocurrido con Massa y se trabajó más duramente en los cables que deben impedir que los neumáticos se separen del monoplaza, siendo cada vez más raro que éstos se separen del chasis tras un golpe. Sin embargo, el cockpit abierto seguía relevando ciertos problemas por resolver.
La FIA, quién tiene un instituto destinado a mejorar la seguridad, comenzó a trabajar en posibles soluciones, incluyendo pruebas con viseras o cúpulas como en los aviones de combate, pruebas que la propia FIA se encargó de difundir sin que nada más se supiera durante años.
Pero de nuevo, el infortunio llegó a finales de 2014, cuando Jules Bianchi sufrió un fortísimo accidente en Japón que le acabaría provocando la muerte en Julio de 2015 tras pasar todo ese periodo en coma. Apenas un mes más tarde, perdía la vida Justin Wilson en la Indycar, alcanzado por un objeto en el casco. De nuevo la histeria colectiva fue en aumento y las ganas de actuar llevaron a la FIA pocos meses más tarde a montar el ‘Halo’ en el Ferrari durante los primeros test de pretemporada de 2016 y afirmar que sería implementado en 2017, que finalmente se acabaría convirtiendo en 2018.
Pero, ¿es realmente el ‘Halo’ la solución a estos problemas?, ¿urgía su implementación con un número tan bajo de incidentes en décadas? Repasamos los accidentes donde el Halo pudo actuar y otros donde su utilidad está puesta en duda.
El accidente de Henry Surtees es el mejor ejemplo de lo que el ‘Halo’ podría evitar. Concretamente, que un objeto de gran tamaño, en este caso un neumático, llegue a contactar directamente con la cabeza del piloto. Se podría afirmar que con esta protección, el accidente de Surtees no hubiera sido mortal.
En el caso del piloto brasileño, fue un pequeño objeto cilíndrico lo que golpeó con su casco, evidenciando uno de los grandes hándicaps del ‘Halo’, como es la protección ante pequeños objetos. Si bien hay posibilidades de que el objeto pueda acabar impactando con la protección y salir desviado, también hay posibilidades de que no lo haga, colándose por la apertura, motivo por lo que el ‘Halo’ resulta deficiente en un incidente como el de Massa.
Daniel Wheldon murió en el acto tras un desproporcionado accidente en el que su vehículo salió despedido varios metros por encima del suelo para caer de la peor forma posible. La violencia del golpe arrancó el arco de seguridad del vehículo, por lo que se hace difícil pensar que el ‘halo’ no hubiera corrido la misma suerte y evitado la muerte del piloto.
- María de Villota (2012)
La efectividad del ‘Halo’ con el accidente sufrido por Maria de Villota presenta ciertas dudas por lo atípico del incidente protagonizado por la piloto madrileña, en el que golpeó con el casco con la plancha metálica de carga y descarga de un camión. Quizás el ‘Halo’ pudo haber levantado la plancha, quizás ésta la hubiera atravesado como atravesó el casco de María. Difícil de predecir sin la prueba específica, si bien se tomaron medidas concretas para que un accidente como el que le acabó costando la vida a María meses más tarde no vuelva a ocurrir.
En la Indycar el mes de mayo significa 500 millas de Indianápolis, que en esa temporada ya comenzó con la celebración del Indy GP, una carrera disputada sobre el trazado interno del circuito. En ella, tras un ligero toque, una pieza de fibra de carbono salió despedida golpeando en el casco de James Hinchcliffe. El piloto canadiense, aturdido, apenas pudo acertar a detener el vehículo colisionando por el camino con Oriol Servià. James fue evacuado entre fortísimos dolores y diagnosticado con un traumatismo que le tuvo apartado de la competición varias semanas, tanto, que su vehículo para las 500 millas fue clasificado por otro piloto. Dado el tamaño de la pieza que sale despedida y la trayectoria, al contrario que con Felipe Massa, aquí sí se puede afirmar con alta probabilidad que el ‘halo’ hubiera impedido la lesión de Hinchcliffe.
- Jules Bianchi (2014)
Como en el caso de Dan Wheldon, el propio arco de seguridad del vehículo, parte estructural extremadamente sólida que debe proteger al piloto ante un vuelco, acabó doblada por el impacto contra la maquinaria de gran tonelaje, por lo que resulta difícil argumentar que con el ‘halo’, el resultado hubiera sido distinto, amén que las lesiones que provocaron la muerte del piloto fueron producidas por la extrema desaceleración más que por el golpe de un objeto contra el casco.
La temporada 2011 de la Indycar llegaba a su fin como también llegaba a su fin la carrera que se estaba disputando en Pocono cuando a 21 vueltas del final, el líder de la prueba, el novato Sage Karam, pierde el control de su vehículo y se va contra las barreras repitiendo el accidente tipo de la Indycar visto decenas de veces cada temporada.
La fatalidad quiso que en el golpe se desprendiera la nariz del alerón, quedando dispersa y “botando” por la pista con la mala suerte de que acabó golpeando con el casco de Justin Wilson, ocasionándole la muerte en el acto. Aunque el ‘Halo’ protege de un impacto frontal, el sistema sigue teniendo una gran apertura desprotegida en la parte superior por la que el piloto accede y sale del vehiculo. En este caso, la pieza cae del cielo, y dado el tamaño de la misma es fácil pensar que como en el caso de Massa, sea un tipo de accidente donde el ‘halo’ pueda no ser efectivo.
Tras el anuncio de la FIA sobre el Halo y como parece ser norma en la sociedad, las redes sociales se han dividido entre los que están a favor y los que están en contra. Entre los que están a favor se ha llegado a argumentar incluso que con el ‘halo’ Ayrton Senna seguiría con vida.
Según la autopsia, Ayrton Senna murió en el acto por la rotura del cráneo provocado por la presión que una pieza de la suspensión, que llegó atravesarle la visera del casco, le produjo contra el cockpit. Con esta información, es demasiado osado pensar que con un ‘Halo’ esa pieza de la suspensión no hubiera alcanzado el mismo punto, pero se trata de una mera hipótesis, poniendo por delante que en Fórmula 1 hay un antes y un después de aquel año 94 en lo que a materia de seguridad se refiere.
Durante la celebración de la cita francesa de la Fórmula 3000, el piloto brasileño Marco Campos perdió la vida con un golpe en la cabeza. Su vehículo salió despedido al impactar con otro participante con la mala fortuna de golpear con la cabeza en el muro de hormigón que servía de delimitación lateral en el circuito de Magny Cours. Aunque el ‘halo’ protege la zona, es fácil ver más similitudes con los accidentes de Bianchi o Wheldon, evitando difícilmente el ‘halo’ un desenlace similar al que ocurrió.
En el marco de la explicación del ‘halo’, se afirmó que la FIA, en reunión con los pilotos, enseñó múltiples accidentes tanto de Fórmula 1 como de Formulas de promoción donde el dispositivo de seguridad hubiera añadido valor, sin embargo, la FIA no ha querido hacer público de qué accidentes se trata.