La temporada 2023 tiene dos nombres propios destacados en IndyCar, en la figura de Alex Palou y Josef Newgarden. El primero ha dominado por completo hasta la fecha, con especial foco en las carreras de circuito. El segundo, aún sin muchos días brillantes en circuito, ha sido absolutamente intocable en óvalo, un terreno donde gana casi por decreto en la era Aeroscreen. Newgarden ha revalidado este estatus con la victoria en la primera de las dos carreras de Iowa, sin tener cerca a un Palou que hubo de conformarse esta vez con el octavo puesto.

Una salida un tanto desordenada mantuvo el orden en los siete primeros puestos, liderado por el tridente de Penske que Will Power comandaba sobre Scott McLaughlin. En primera instancia, el neozelandés fue el único piloto que aguantó el ritmo del líder, con Newgarden y Pato O’Ward en el coche de McLaren a unos cuantos segundos, y así se inició el desarrollo en el segundo stint. No obstante, cuando McLaughlin empezó a hostigar a un Power poco hábil con los doblados, Newgarden llegó a la altura de ambos.

En la vuelta 95, el estadounidense se puso segundo e inició una serie de ataques infructuosos sobre Power hasta que, al tercer intento, se puso por delante en la vuelta 121, cuatro antes de que todo el equipo Penske hicieran su segunda parada. Power hizo el amago de aguantar el ritmo, pero perdió terreno muy rápido, y un error en la vuelta 146 le llevó a tocar el muro, perdiendo con ello dos posiciones. Para entonces, ya habían caído doblados todos los pilotos hasta el sexto puesto.

Esta fue una carrera tremendamente limpia con solo una bandera amarilla, la que salió en la vuelta 153 cuando Graham Rahal se fue largo al coger las virutas en la salida de la curva 4. Esto no impidió el show de Newgarden, que brilló en este stint hasta alcanzar los ocho segundos de ventaja. La diferencia se redujo a la mitad tras la última parada, y McLaughlin llegó a acercarse a menos de dos segundos usando el tráfico a su favor, pero nunca puso en peligro real la posición de su compañero de equipo, aviones y podcast, que acabó muy cabreado con los doblados por sus acciones en pista.

El resto de pilotos estuvieron implicados prácticamente en una carrera distinta a los hombres de cabeza. O’Ward hizo todo lo humanamente posible para estar a la altura de los Penske, y su quinto podio sin victoria del año fue su único premio. Marcus Ericsson tuvo una destacada actuación desde su décimo lugar en parrilla, ganando puestos en pista, acercándose ocasionalmente a los de arriba y arrebatando el cuarto puesto en la vuelta 211 a un Power que estuvo cerca de acabar doblado.

La carrera empezó de forma prometedora para Alex Palou, pasando en el primer stint a Colton Herta y Scott Dixon para ponerse quinto. Su ritmo, no obstante, no estaba a la altura de los pilotos de delante, y la decisión de alargar el primer stint le costó demasiado terreno en pista que nunca llegó a recuperar del todo antes de ser doblado. Recuperó vuelta con la bandera amarilla, y llegó a ser séptimo tras pasar a Alexander Rossi, pero Scott Dixon le arrebató la posición en la última parada y esto le situó en su octava plaza final. Que esto iguale su peor resultado del año, que fue en la primera carrera en St. Petersburg, dice mucho del año del español.

Tras perder muchos puestos en su primer stint, donde llegó a ir 16º, Dixon brilló en su segundo stint y en el último, donde ganó dos posiciones hasta poner en peligro el top 5 de Power. Tras el veterano cumpleañero, 43 en el carnet, terminó Kyle Kirkwood, que arrancaba 17º y salió muy bien parado de un ‘undercut’ en su segunda parada. No le fue tan bien a su compañero Colton Herta, que perdió mucho agarre en las gomas en su primera tanda desde el quinto puesto de salida y remató la faena con una parada de 43 segundos debido a un problema en la rueda que condenó por completo su carrera. Por su parte, Romain Grosjean volvió a quedarse sin top 10, esta vez a costa de Takuma Sato y Alercander Rossi.

La victoria de Newgarden, quinta en su haber en Iowa, le pone en el terreno de los más grandes, siendo el quinto piloto de la historia en ganar cuatro carreras seguidas en óvalo y el primero en 30 años, desde que lo hiciera en 1993 un tal Nigel Mansell. Sus últimas nueve apariciones en óvalo se han saldado con siete victorias, y aunque mañana tendrá que remar un poco más desde el séptimo puesto, nadie duda de que es el rival a batir. Para Álex Palou, aún más atrás en el 12º lugar, será incluso más complicado. Su ventaja, por lo pronto, se ha reducido a ‘solo’ 98 puntos…