Las noticias que han llegado esta semana desde el equipo Caterham no han sido positivas en su totalidad. Después de que la escudería de Leafield anunciase que asistiría a la última carrera del año, el GP de Abu Dabi, gracias a la campaña de crowfunding realizada durante los últimos días, otra triste información llegó al mismo tiempo. Esta fue el despido de la totalidad de la plantilla que conformaba hasta la fecha el equipo de F1. Concretamente, 230 personas.
Tras conocerse dichas malas nuevas, uno de los principales responsables de la sección de aerodinámica de la formación, Jim McManus, ha mostrado su lógico descontento con lo ocurrido, recordando también que se adeudan siete semanas de sueldo a los trabajadores. Además, el ya ex ingeniero de Caterham ha mostrado sus dudas de que el anuncio de Abu Dhabi y el de los despidos no tuvieran conexión alguna.
«Es desalentador ver la cantidad de publicidad alrededor del éxito del crowdfunding en el mismo día en el que toda la fuerza de trabajo fue despedida mientras se les deben siete semanas de salario. El cínico dentro de mí me sugeriría que las dos cosas no están aisladas, y las buenas noticias han servido como una conveniente oportunidad para enterrar las malas noticias«, declaró McManus al diario The Observer.
Ante esto, el provisional director del equipo y administrador, Finbarr O’Connell, ha asegurado que la gran mayoría del equipo, por raro que parezca, quería que les despidiesen, para así hacer valer sus formularios de reclamaciones tras el hecho en cuestión.
«Es una locura, pero lo más irónico es que la mayoría del equipo me estaba presionando para despedirlos, así sus formularios de reclamaciones por despido podrían estar en funcionamiento mientras yo intento vender el equipo. Si vendo el equipo, ellos serán contratados de nuevo por el comprador y los formularios de reclamaciones efectivamente se olvidarán«, añadió.
Sobre el hecho de que este proceso fuera anunciado el mismo día que la confirmación de asistencia a Abu Dhabi, O´Connel ha intentado justificarse. «No pude emitir cartas de despido hasta el viernes, ya que fue entonces cuando 1MRT me nombraron administrador«, aseguró. No obstante, el directivo de Leafield ha reconocido que parte de la plantilla «indicó activamente que ellos no querían ser despedidos«, concluyó.
