Ante el temor que Max Verstappen le ha reconocido a Helmut Marko, el austriaco considera que lo mejor que le puede ocurrir al piloto es contagiarse. El director deportivo de Red Bull Racing cuenta cómo pasa estos momentos en su casa y lo mucho que se acuerda de Niki Lauda.
Helmut Marko pensó en organizar un campamento en el que Max Verstappen, Alexander Albon, Pierre Gasly y Daniil Kvyat se contagiaran y superasen el virus.
Aunque la situación varía mucho en función del país en el que uno se encuentre, lo cierto es que el panorama en Europa es, por lo general, desolador y preocupante. No es de extrañar por tanto que Max Verstappen esté preocupado y tema contagiarse, por lo que pasa el tiempo en su domicilio de Mónaco mientras mantiene su forma física y compite en carreras virtuales.
Sin embargo, Helmut Marko no ve la situación tan preocupante para su pupilo, sugiriendo incluso que lo mejor es que se contagie ya y así pueda rendir al máximo cuando la temporada comience en unos meses. «Me dijo por teléfono que estaba aterrorizado ante la posibilidad de contagiarse. ¡Lo mejor es que esté infectado cuanto antes! Con 22 años no es una persona de riesgo. Y después de eso sería inmune en su batalla por el título», afirmó en declaraciones a Kronen Zeitung.
«Con 22 años no es una persona de riesgo. Y después de eso sería inmune en su batalla por el título»
En lo personal, el director deportivo de Red Bull pasa el tiempo en su domicilio de Graz, sin temor a un posible contagio a su avanzada edad, 76 años. «Además de trabajar en la oficina, alivio mi frustración con la silvicultura (conjunto de actividades relacionadas con el cultivo, el cuidado y la explotación de los bosques y los montes) con una motosierra y similares. Austria tiene muy buena atención médica. Soy extremadamente cuidadoso de no hacerme daño con la motosierra y tener que ir al hospital. Ese es ciertamente el lugar más peligroso en este momento», apunta.
«En el supermercado, la gente lucha por los productos o permanece cerca en la caja», comenta, ante lo que considera ilógico. «Pero si hay tres fuera de pie juntos, viene un guardia de seguridad y pregunta qué está pasando. Es de locos».
Finalmente, Marko recuerda a su buen amigo Niki Lauda, que falleció hace poco menos de un año. «No sólo sería un paciente de riesgo, no se le debería haber permitido viajar. Siempre tengo a Niki en el fondo de mi mente e intento vivir saludablemente y hacer más ejercicio», concluye el austriaco.
