Las jornadas del viernes y del sábado tendrán tramos que superarán los 50 kilómetros que se disputarán en dos ocasiones, por lo que cuatro de las doce especiales del rallye podrán considerarse tramos maratón.
La nueva súper especial de 2.68 kilómetros en Merlo será la encargada de dar el banderazo de salida a la 35 edición de la clásica prueba sudamericana antes de un largo enlace de vuelta a la ciudad sede del rallye, Villa Carlos Paz, donde se llevarán a cabo los tres días restantes de carrera.
El viernes ofrecerá un nuevo desafío con el clásico tramo de 51.99 kilómetros de Agua de Oro-Ascochinga disputando en dirección inversa a la del año pasado, y la especial de 20.31 kilómetros de Villa Bustos-Tanti, con unas pistas que no se utilizan desde 2007.
Ambos se repetirán antes de la popular súper especial de Villa Carlos Paz, que será retransmitida en directo por WRC+.
Las llanuras rápidas y abiertas del valle de Punilla acogerán la segunda jornada, con el tramo de San Marcos-Characato de 56.77 kilómetros siendo el gran desafío del día. Gran parte de la especial será nueva, pero los pilotos necesitarán disponer de una buena memoria para recordar las secciones utilizadas por última vez hace ocho años.
El domingo será una de las jornadas clásicas del año. Los 32.64 kilómetros contra el crono se dividen en dos pasadas por el famoso tramo de El Cóndor, donde la segunda pasada será el Power Stage que otorgará puntos extras a los tres pilotos más rápidos y será retransmitido por televisión.
El paisaje lunar de los altos montes de Traslasierra, sus pistas ásperas y los miles de seguidores en las cunetas esperando a los pilotos subidos encima de las grandes rocas, hacen de esta especial una de las más míticas del rallye.
Los doce tramos suman 345.70 kilómetros contra el crono de un recorrido total de 1641.54 kilómetros.