Esapekka Lappi dominó la nieve y a sus mayores contrincantes para dominar por segunda vez en su carrera una fecha del WRC y esta vez en Suecia.
El piloto finlandés Esapekka Lappi (Hyundai) se coronó como campeón del rally de Suecia, segunda prueba puntuable de la temporada del Mundial y única del calendario sobre nieve y hielo, al aguantar como líder de la clasificación tras la disputa de los tres últimos tramos del domingo.
Lappi, que mandaba desde el penúltimo de los siete recorridos del viernes y afrontaba la jornada definitiva con una ventaja de 1:06.3 sobre el francés Adrien Fourmaux (Ford) y de 1:23.0 sobre el británico Elfyn Evans (Toyota), se centró en conservar su ventaja, acabando el domingo con dos séptimos puestos y un sexto para un tiempo total de 2:33:04.
La lógica no invita a pensar tan fácil. Esapekka Lappi (junto a Ferm, a bordo del Hyundai i20 Rally1) vuelve a ser ganador en el Mundial de Rallyes (WRC). El talento existe, pero que un piloto a tiempo parcial, fuera de los focos y lejos de lo que prometía en aquel 2017 (Finlandia, su última victoria) triunfe es una sorpresa. Lo hizo en Suecia, la segunda cita del campeonato y un infierno para todos. Hyundai, de fiesta. Pues Neuville sale de la nieve con tres puntos de ventaja en la clasificación general.
Lappi no responde a los cánones actuales. Es de esos pilotos de culto, por la filosofía del suero o champán que tan poco rédito da. Probó suerte en la mayor parte de fábricas y jamás llegó a liderar un proyecto. Pero en Suecia y con una estética que recuerda a mitos de los 80, como Timo Salonen, y aquellos despiadados Grupo B, lo consiguió. Tomó la nieve y se coloca entre los mejores del campeonato.
Fue una lección de supervivencia. «Me siento bien. Llevo mucho buscando esta posición. Es un contraste salvaje respecto a lo del pasado año», contó. Consiguió salvar todas las situaciones complicadas. En viernes se benefició del orden de salida y los errores de los favoritos: Tanak, fuera al irse directo a un banco de nieve. Rovanpera, al romper el radiador. El estonio solo sale con seis puntos de la nieve y está a 27 de Neuville. Kalle arrasó el domingo, pero se queda en 11 puntos. Y remató tras un error más de Takamoto Katsuta. Iba demasiado largo y el banco de nieve en lugar de ayudar se lo tragó. «Dimos todo, quizá demasiado», explicó el nipón.
Sin los favoritos se limpió la carrera para Lappi, un tiro. Elfyn Evans, el mejor de los favoritos al Mundial, terminó segundo tras progresar todas las jornadas hasta pasar a Fourmaux y ganar los puntos del domingo. Y el galo Fourmaux, que sube a su primer podio tras mostrar constancia en su Fiesta.
No cambia el liderato del campeonato. Sigue siendo Thierry Neuville, salvando la papeleta. Cuarto en la general, tercero en la Power Stage y tercero en los puntos del domingo. Le valen tras vivir un infierno. Por lo menos salvó sus puntos y la nevada del primer día no le eliminó. «Solo fui rápido en el shakedown. Nunca acertamos con el setup del coche», reconoció. Le vale para ser regular. Y respirar. Tiene tres (48-45) de ventaja con Evans. Fourmaux es tercero con 29.
Lappi reinó en un Rally de Suecia que se recordará. Por el caos y la épica. Que también sonríe a Oliver Solberg, quinto en la general con un Rally2. O Georg Linnamae, marcando un mejor tiempo absoluto con un coche de la segunda categoría. Jan Solans, por su parte, termina lejos de los mejores tras vivir problemas eléctricos.
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