Thierry Neuville (Hyundai) se le coloca, desde tiempo inmemorial, la etiqueta del «eterno aspirante». Del talento que peleó con el primer Ogier rey del WRC con Volkswagen, a no ser capaz de ser campeón del mundo pese a que Hyundai siempre le diese la jefatura de filas. Pero, por fin, en 2024 todo parece encajar. El belga es uno con el i20 Rally1 o eso dicen los que saben de sus ‘test’ invernales. Y lo redondeó con su segundo triunfo en el Rally de Montecarlo. La prueba más mítica, la que vale casi más que un título.
El rally de Neuville borda la perfección. Entendió cuando atacar, ante unos Toyota que sí que dieron muestras de fiabilidad, pero no tuvieron ese plus que el Hyundai sí. Evans arrancó lanzado, pero el sistema híbrido de su Yaris dijo basta. Ogier atacó por la tarde del sábado, pero ahí apareció el instinto asesino de Neuville. Que lo tiene.
Pegó el golpe en Agnières-en-Dèvoluy, una de esas localidades que comparten definición en el diccionario con el término «rally». Y lo certificó en la matinal del domingo. Agresivo, quizá más de la cuenta para mandar en La Bréole-Selonnet y Digne-Les-Bains-Chaudon. «Tomó demasiados riesgos. Yo no puedo. He ganado nueve veces aquí, no me hace falta», explicó Ogier.
Y en el Turini cerró su show. Con otro mejor tiempo para su mejor victoria como piloto del Mundial. Pleno y primer líder. «No tengo palabras. Me sentí muy fuerte y cómodo. Por primera vez está el equipo en el lugar perfecto», relató al terminar. Su alegría estaba en contraposición con Ogier, sin su décima corona y en un fin de semana muy complicado. «Perdí a mi tío. La persona que me dio mi primer coche para competir. Le estoy agradecido», confesó el ocho veces campeón.
Suma el pleno de puntos: los 18 del sábado, 7 del domingo y 5 de la Power Stage. Un golpe a los que correrán el WRC al completo, especialmente Evans y Tanak. El galés fue tercero, de más a menos y bastante enfadado al finalizar. Tanak estuvo desdibujado desde que su pedal del acelerador diese problemas en viernes. Neuville pone la primera piedra. Y Pepe López, nuestro subcampeón en WRC2, puntúa entre los mayores.