El nueve veces campeón del mundo pudo experimentar en primera persona los cambios que se han producido en los coches de 2017.
Sébastien Loeb volvió al volante de un Citroën del Mundial de Rallies, aunque esta vez, fue especial. El nueve veces campeón del mundo del WRC no se montaba a un coche de la firma francesa desde que en el 2015 puso fin a sus participaciones ya esporádicas en el Mundial con una octava plaza en el Rally de Montecarlo.
En esta ocasión, el piloto galo tenía muchas ganas de poder conocer desde dentro las sensaciones que tienen los pilotos al volante de los coches de última generación, más potentes, anchos y con mayor agarre aerodinámico al suelo. Y finalmente, el equipo de Yves Matton le dio la oportunidad de poder hacerlo. El galo es ahora uno de los iconos más destacados de Peugeot y participa en el Mundial de Rally Cross y en Raids con la firma del león, pero la compra de Citroën por parte de Peugeot a principios de año hace que ambas firmas no hayan puesto ningún inconveniente en que se realizara este test.
Citroën, por su parte, también estaba interesada en que un piloto de la clase de Loeb probara e nuevo WRC, que en este Mundial ha sufrido muchos problemas de fiabilidad y que tampoco ha brillado como se esperaba. El test se realizó en carreteras de asfalto francesa, precisamente para que el nueve veces campeón pueda tratar de ayudar en la evolución del coche de cara al Rally de Alemania y el de Catalunya(superficie mixta).
