Fue un 29 de Marzo, como hoy, perro de 1997 Adrián Hang volvía a su pasión el automovilismo, después del terrible accidente y su recuperación que dejaron secuelas para toda la vida, retornaba al automovilismo deportivo, eligió la Monomarca Gol santafesina para demostrar y tal vez demostrarse que no importa los obstáculos que le pone la vida, que siempre uno puede superarse, fue en el autódromo de Rosario punteo la carrera hasta la última vuelta, un cambio que erró y debió con formarse con ser escoltar de Daniel Arnold, que importaba si le habia ganado a la vida y volvía a practicar su pasión, ser piloto deportivo.
Adrián Hang es un caso especial en el automovilismo, tras un terrible accidente perdió sus miembros inferiores, y contra todos los pronósticos, volvió a competir y logro coronarse tres veces campeón. Su historia de vida es una de esas que bien podría hacerse película, pasando de la tragedia a la recuperación física, mental u deportiva. «Decepción: El grave accidente en Monza, durante la carrera de Superfórmula, terminó con la campaña automovilística de Adrián Hang», publicó el diario Clarín, aquel 14 de abril de 1996 sufría un gravísimo accidente en la catedral italiana del automovilismo, en lo que estaba construyendo una prolifera carrera deportiva sobe autos de monoplazas, el auto se partió en dos, sus piernas llevaron la peor parte que derivaron en la amputación de amos pies, el Franck, (Pcia. de Santa Fe) pero esa tragedia no lo derrotó, la muerte estuvo muy cerca, pero el le dio batalla y le gano, Adrián se recuperó y tras muchas operaciones e implantes de prótesis, comenzó a realizar una vida normal y se propuso volver a la actividad, y su meta se cumplió aquel 29 de marzo de 1997, y no fue a ser un piloto mas, fue a buscar resultados, hizo la pole position y estuvo a punto de ganar.
Después declaraba «Siempre dije que iba a correr si me sentía capacitado para ganar y si contaba con un auto para triunfar. Y si hoy estoy acá es porque cuento con ello. Las victorias son circunstancias. Yo estoy para pelear el campeonato. Si no fuera así, no estaría acá», declaró al diario La Nación.
Cumplió con su palabra y fue campeón esa misma temporada en la monomarca GOL, pero no quedo hay sus ansias de ser competitivo, un nuevo desafío se planteo, ahora la meta era la competitiva Clase Dos del TN y tardo tan solo dos años para cumplir su cometido y ser el monarca de la Clase 2 del Turismo Nacional .
En 2003 otro echo lo destaca, la empresa italiana RTM, que le hizo las prótesis, lo llamó a competir en Turismo Italiano Clase N4 y con un Rover 200 logró el cetro. «Yo sabía que podía ser un desquite ir a Italia a volver a correr. Pero al margen de poder salir campeón o no, yo quería competir nuevamente en Monza, el lugar donde perdí los pies y pasé los peores momentos de mi vida», respondió en una entrevista al prestigioso colega Roberto Berasategui de La Nación, luego del nuevo título logrado, en esa entrevista también aseguro, «No fui allí con espíritu de venganza. Tampoco tuve rencor. Pero quería ganar ahí. Por suerte se me dio. En las últimas dos vueltas se me nublaba la vista porque pensaba todo lo que pasó desde ese 14 de abril de 1996 al triunfo que estaba consiguiendo».
UN GRANDE SIN DUDAS ADRIAN HANG, UN EJEMPLO DE VIDA, QUE MUCHOS DEBERIAMOS TRATAR DE IMITAR…
Fuente: Guillermo Tuerquita Blanco