Es posible que Felipe Nasr no imaginar que encabezaría unos entrenamientos de Fórmula 1 tan pronto, pero la estrategia de Ferrari de probar con ahínco sus unidades de potencia le ha dado ese gusto al debutante brasileño, a los mandos del Sauber C34 azul eléctrico. Detrás de él, el otro propulsor Ferrari, el de Kimi Räikkönen, que se ha subido por primera vez al SF15-T con una jornada de 92 vueltas. Ambos han logrado sus cronos con el compuesto medio de Pirelli, y no en tandas especialmente cortas. Un paso adelante sí que se atisba, aunque es demasiado pronto para ser categóricos.
Estos resultados no expresan el verdadero potencial de los coches y, de hecho, resulta más amenazador el tercer puesto de Nico Rosberg, que ha dado nada menos que 151 vueltas a pesar de que una bomba de gasolina de su Mercedes W06 Hybrid ha dicho basta en torno a la una de la tarde. El veloz trabajo de su equipo y la constancia de sus tandas largas les mantiene su aura de inalcanzables.
Pastor Maldonado ha terminado su programa de trabajo en Jerez con un tiempo de 1’22″713 y una nómina de 96 vueltas en su haber, una buena marca para un coche que estrena motor y llegó, además, un día tarde a la pista, aunque el piloto de Maracay ha empleado el compuesto blando de Pirelli para marcar su mejor tiempo. El cambio de unidad de potencia le ha sentado bien al equipo de Enstone y, de hecho, en el paddock suena cada vez más fuerte que Renault arrastra cierta desventaja prestacional frente a los otros motoristas. En este sentido, el Red Bull se ha quedado sin fuelle tan sólo cinco vueltas después de empezar a rodar, y en el box de la escudería energética ha comenzado una carrera a contrarreloj para sustituir la unidad de potencia averiada en tres horas y media, 30 minutos antes de lo previsto. Daniel Ricciardo ha empzado entonces a trabajar con cierta normalidad y aún ha salvado 48 giros, lejos de una cifra optimista para un equipo que lleva como una cruz el peso de su motor, pese a los esfuerzos de la casa del rombo, que pretende consumir antes de Australia el máximo número de tokens permitidos por el reglamento.
Mención aparte merece Carlos Sainz, que también equipa un propulsor Renault pero ha podido completar nada menos que 136 vueltas y marcar su mejor tiempo –un 1’23″187, sólo por delante de Ricciardo y Alonso– con el neumático blando, pero también probar los compuestos medio y duro, para un test redondo en el que ha superado notablemente su objetivo para hoy, que era dar 100 giros sin problemas de fiabilidad. Cuando llevaba 97, todo indicaba que no podría volver a salir a pista, con el coche completamente abierto en el box, pero el equipo ha decidido sacarlo de nuevo a pista y darle otras 40 vueltas de valiosa experiencia, que también ha incluido varios giros con la pista mojada, que es como ha amanecido el Circuito de Jerez después de las lluvias de anoche.
Pero si el trabajo de Sainz es una buena noticia para la afición española, o hispanófila, el periplo de Fernando Alonso con el McLaren MP4-30 también permite una lectura esperanzadora. Hoy, el bicampeón asturiano ha conseguido rodar con una mínima normalidad hasta mediodía –justo después de la bandera roja causada por Nico Rosberg y su bomba de gasolina–, y ha exibido su escuálido McLaren con un sonido mucho más normal que el rumor bronco que emitía el motor Honda en las dos pasadas jornadas. Fernando ha dado varias vueltas de instalación y un par de tandas medias, en las que incluso se ha medido en pista con Nico Rosberg. El Mercedes lo ha superado con facilidad, pero a medida que la pista se secaba y los neumáticos intermedios llegaban al final de su vida, la diferencia se volvió mucho menor. Por supuesto, las prestaciones no están aquí en juego, pero al menos quedó claro que la creación de Woking es capaz de rodar en un ritmo más o menos normal, antes de que un repentino problema en la presión de agua del coche obligase a Alonso a refugiarse en los boxes, de donde ya no ha vuelto a salir hasta el final de la jornada. La reparación tenía que ser muy larga, porque con cuatro horas para el final de la jornada no han sido capaces de ejecutarla. O faltaban recambios o el motor entero necesitaba sustitución, pero Alonso ha visto los toros desde la barrera a partir de entonces, algo que aparentemente no le afecta, ya que ha manifestado a través de Twitter –no ha hablado para la prensa– que hoy se han dado «pasos de gigante» en el descubrimiento del MP4-30. Mañana, otra oportunidad.