Industrias Káiser Argentina (IKA). Es el lanzamiento de uno de los emprendimientos automovilísticos más importantes del país y que se iniciaría con la producción de vehículos utilitarios (Jeep, Estanciera) y del Kaiser Carabela, elaborado con las matrices del modelo Manhattan norteamericano.
Años después, IKA firma un convenio en el que intervienen American Motors y la Regie Renault tendiente a producir localmente algunos vehículos que el régimen proteccionista de entonces impedía importar. Por ello, el catálogo de IKA se amplió a una gama amplia. A fines de 1955, la Káiser Corporation de los Estados Unidos, instala una filial en la Argentina.
IKA Renault necesitó imperiosamente un vehículo capaz de competir con Ford y Chevrolet que en esos momentos marcaban el paso con sus modelos Falcon y 400. El Rambler, grande, pesado y poco aceptado por el público, debía ser reemplazado.
Al haber una imperiosa necesidad de reemplazar al anticuado Rambler la popular IKA-RENAULT decide crear un convenio con American Motors, que le permitió elegir un interesante auto americano como punto de partida: el Rambler American 440H del año 1964.
Pero no era tan sencillo pues las encuestas y estudios indicaban que el futuro auto de IKA-RENAULT debía tener un toque local en su estilo que lo «despegara» de las tendencias netamente norteamericanas de la competencia.
El destacado carrocero turinés Pininfarina aceptó la tarea de agregarle al Rambler American 440H un toque «latino» pero recomendando cirugía plástica solamente en la trompa y en el interior.
IKA-Renault lanza una serie de cinco modelos dos versiones económicas con carburador simple (la cupé S y el sedan) y otras tres con carburador de doble cuerpo (las cupé GS y TS y el sedan TS).
El auto fue bautizado como Torino , dándole una connotación al célebre Toro de las pampas argentinas .
Había en ello una segunda intención que pretendía vincular ese emblema con el «cavallino » de Ferrari o con el toro enojado de Lamborghini . Dos buenos espejos para reflejar la imagen de un auto que venía a ingresar al mercado con las más altas cifras de potencia y velocidad del mercado argentino.
Los primeros estudios determinaron que el «Torino» debería recibir un motor de 2000 o 2500 cm3 como máximo. Sin embargo, los análisis posteriores revelaron como ideal el motor Tornado de seis cilindros producido por American Motors y con una cilindrada que variaba entre los 3000 y los 3800 cm3.
El lanzamiento del auto se produjo en el Autódromo Municipal de Buenos Aires el 30 de noviembre de 1966 por la mañana y fue recibido por periodistas y público como «el auto argentino» ya que sus constructores se guardaron muy bien de difundir los orígenes del auto.
El impacto fue tremendo. Se presentaron aquel día tres modelos:
un Sedán con motor 3 litros(2960 cm3) y caja de tres marchas
una Cupé sin parantes con motor 3.8 litros(3770 cm3), con un carburador Holley y caja ZF de cuatro velocidades.
Y una versión «TOP» bautizada como TORINO 380W que estaba equipada con el mismo motor 3.8 litros ,pero tenía tres carburadores Weber 45DC0E, 176 HP y se le adjudicaban nada menos que 206 Km./h.
El motor más chico equipaba a las version 4 puertas, S y el más grande a las cupés 380 y 380W. El sedán de la línea Torino apuntaba directamente a competir con Ford Falcon aunque con más equipamiento y mayor confort.
Las cupés en cambio constituían una avanzada sobre un segmento del mercado que se contentaba con versiones mas o menos deportivas de Chevrolet ( Super Sport), Falcon (Futura) o Valiant (GT), o con algunos autos importados como Mercedes Benz.
Sin embargo y pese al entusiasmo que levantaba a su paso y a sus éxitos deportivos (debutó y ganó en la Vuelta de San Pedro para Turismo de Carretera) el debut de la gama Torino no fue todo lo bueno que se esperaba.
Las ventas seguían favoreciendo al Ford Falcon y durante los tres primeros años de producción, IKA-Renault no pudo sobrepasar la barrera de los 15.000 autos producidos y vendidos.
Del éxito de su lanzamiento se había pasado al casi-fracaso de los años siguientes. Los entusiastas de los «pura – sangre» se inclinaban por el Torino pero el gran mercado de compradores del Falcon: conservadores, serios y cuidadosos, continuaban aferrados a la tradición comprobada.
Se convierte en un auto muy competitivo pues soporta muy bien los caminos del interior del país y el motor adquiere fama de robusto y confiable.
EL TORINO
Entre 1970 y 1976, el Torino se convierte en el auto más vendido de la «gama alta». Adquiere notoriedad en todo el mundo y se sabe que dos berlinas fueron enviadas a Fidel Castro y Leonid Brezniev, y una cupé «full» fue comprada por el líder libio Muhamar El Kadhafi.
Desde Brasil, Chile, Paraguay y todo Uruguay llegan pedidos de importación del Torino. Es un auto de moda.
Durante toda su vigencia, el Torino recibió varias mejoras técnicas de mucha importancia pero es en 1973 cuando se produce el cambio más importante. Un cigüeñal de siete bancadas en lugar del de cuatro y cambio de denominación ya que deja de ser Tornado su motor para llamarse «Torino».
Es en ese momento en que la participación norteamericana en la competencia pasa a reducirse sensiblemente, siendo la Regie Renault quien se convierte en el accionista mayoritario. En 1975, IKA-Renault (adquirió este nombre en 1967) abandona para siempre su pasado estadounidense y pasa a denominarse Renault Argentina S.A.
En el 76, el Torino es el único producto «no-Renault» fabricado por la empresa francesa.
El R-12, tiene un gran suceso pero no es el momento de reemplazar al Torino y por ello se lanza una nueva versión, la cupé TSX.
Y dos años más tarde, la berlina Grand Routier que es considerada como un auto al nivel de los mejores sedanes del mundo Pero en plena primera crisis energética, el consumo del Torino hace que muchos de sus potenciales clientes desaparecieran con razón: a 80 km./h, el Torino consumía 12 litros cada 100 Km.
Diez años después de su lanzamiento, el Torino comienza a recibir duros embates. Su concepción técnica aparece desactualizada frente a los nuevos. Modelos que surgen en el mercado argentino provenientes de las empresas radicadas y de la importación.
Hay sin embargo, un último esfuerzo. En 1980 se presenta la última versión de la cual había desaparecido el Toro de la trompa reemplazado por el rombo de Renault. Todo es más moderno, más actual. Pero el nuevo auto no tiene el «charme» de su origen.
En 1982 el último Torino sale de la línea de montaje de Santa Isabel. Algo menos de 100.000 vehículos fueron producidos en ese lapso. El fin de una época en la historia del país automovilístico había terminado.