El finlandés fue más rápido que Max Verstappen por apenas media décima, en una sesión marcada por los ensayos aerodinámicos en un circuito desconocido para casi todos.
Leclerc da esperanzas a la fiesta en Ferrari, 3º.
Sainz, dedicado a probar el nuevo alerón delantero, fue 15º y con más vueltas que nadie.
El debut del GP de la Toscana en el calendario de la Fórmula 1, y regreso a Mugello, dejó más incógnitas que certezas. Valtteri Bottas fue el más rápido, por delante de Max Verstappen, a quien superó por 48 milésimas y un Charles Leclerc que marcó el tercer crono de la primera sesión, dando esperanzas a las opciones de Ferrari en este fin de semana de conmemoración de sus 1.000 Grandes Premios.
Carlos Sainz dedicó la primera parte de la sesión para hacer ensayos aerodinámicos con un nuevo alerón delantero, algo que también hicieron otros equipos como Alfa Romeo. El español dejó buenas sensaciones con ese morro, del que sacaron buenos datos de flujo aerodinámico.
Fue un día en el que los pilotos se dedicaron a adaptarse a un circuito inédito y con muchas diferencias con respecto a Monza. Si en la primera cita de Italia era básica la velocidad y la mínima carga aerodinámica, aquí todo lo contrario.
Las curvas rápidas pondrán a prueba también las condiciones físicas de los corredores y sus reflejos. Ya en esta sesión se vio un incidente entre Sergio Pérez y Romain Grosjean, que se echó demasiado contra su trazada y casi se tocan.
Fue una sesión en la que, como era previsible, no se llegó al límite de los tiempos. Las curvas rápidas, hasta la segunda de Arrabiata, permiten pensar en ir casi sin levantar. No obstante, no todos se atrevieron, como era previsible.
