La formación británica ha mostrado la decoración que exhibirá en el Williams FW43 de esta temporada.
El objetivo pasa por invertir la tendencia negativa y comenzar a competir con el resto de equipos de la parrilla.
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El equipo presentó una librea completamente renovada en un coche que es una evolución del de 2019, con el que los de Grove esperan poder empezar a luchar en la zona media
El equipo Williams Racing mostró por primera vez su nuevo monoplaza para la temporada 2020 de Fórmula 1, el FW42, e incluso se estrenó con sus primeros kilómetros del curso, completando el ‘filming day’ en el Circuit de Barcelona -Catalunya, compartiendo pista con Haas y Renault y como ya hizo McLaren con su nuevo MCL35 este domingo en el trazado catalán.
Habrá que ver si el conjunto de Grove ha conseguido mejorar lo suficiente su coche como para dejar de ocupar el farolillo rojo de la categoría y si finalmente el cuadro inglés consigue salir de la enorme crisis deportiva a la que está sometido desde hace unos años. Las respuestas las dará el asfalto, pero de momento, las primeras señales son más positivas que el pasado curso, cuando protagonizaron un tremendo fiasco al inicio de pretemporada, debutando en los test de Barcelona de 2019 con 2 días y medio de retraso, un mundo respecto al resto de equipos, y a más de tres segundos de distancia.
A partir de ahí, el equipo de Grove fue recortando la enorme diferencia que le separaba del resto, pero ello solo le valió para sumar un punto en todo el curso con un George Russell que continuará esta campaña. Ya no estará acompañado de Robert Kubica, piloto que no pudo superar al joven británico en su regreso a las pistas tras su accidente de 2011, lo estará por Nicholas Latifi, subcampeón de la Fórmula 2 en 2019. Formación joven, con el canadiense estrenándose en la categoría reina a sus 24 años al lado del piloto inglés de 22, estrella de futuro de Mercedes. Ambos, esperan contar con un coche mejor al de la campaña 2019, que por lo menos, por aspecto sí lo es.
Nuevos colores
Williams presentó un monoplaza totalmente renovado en cuanto a su librea, dejando de lado su decoración azul turquesa y negra por una roja, azul y blanca que ha arrasado en las redes sociales. Se suele decir que ‘si un coche es bonito, es rápido’, aunque para que se cumpla esa máxima en Williams necesitarían un milagro. Su objetivo no debe ser otro que poder progresar y eso significa marcarse la meta de por lo menos poder pelear en la zona media de la parrilla, sin tener que ser claramente el último equipo en todas las citas como el año pasado.
Debido al poco presupuesto del conjunto inglés, que vivió una crisis económica el pasado año, no se podían permitir construir un coche nuevo al cien por cien, por lo que apostaron por partir de la base del pasado curso y mejorar sus puntos débiles para tratar de igualarse a parte de los monoplazas de la Segunda División.
“Es un reinicio para el equipo. Hemos dedicado mucho tiempo a nuestros puntos débiles y nos hemos asegurado de tener la gente correcta, los recursos, las estructuras para ofrecer coches competitivos. Estamos todos centrados en reconstruir Williams y devolverlo a la competitividad. Se trata de progresar”, expresó Claire Williams, la jefa del equipo e hija de su fundador, Frank Williams, destacando la idea fundamental que debe representar este monoplaza para los ingleses: el inicio del despertar de un conjunto histórico.
Una evolución del coche de 2019
“El concepto de base es una evolución del coche antiguo, en el que hemos trabajado sobre todo en los frenos, que tantos problemas nos dieron el pasado año, y en la reducción en general del peso del monoplazas. Hemos hecho también notables pasos adelante desde el punto de vista del sistema de refrigeración”, expresó Doug McKiernan, jefe de aerodinámica que se unió al equipo en 2018 y que por fin este curso podrá dejar su seña de identidad en el coche británico después de hacerse con la responsabilidad tras la salida de Paddy Lowe tras los test de pretemporada del pasado año y la marcha del que fue su jefe, Dirk de Beer, al inicio de curso.
Doug trató de redirigir la situación, dando dos pasos atrás para dar un hacia adelante en una situación muy compleja, y ahora espera que el coche de 2020 pueda marcar el inicio de una nueva era en Williams que haga olvidar el sufrimiento de los años anteriores.
Por su parte, el ingeniero jefe Adam Carter expresó los objetivos principales de Williams en los test de Barcelona: “Miraremos el ritmo a un giro, los long run y todas las impresiones que nos darán los pilotos para ver en qué punto estamos y lo que debemos hacer para mejorar”.