No tuvo fortuna José María López en el ePrix de Sanya, escenario de la sexta fecha de la temporada del Mundial de la Fórmula E, puesto que debió desertar en el comienzo de la competencia por un problema en el coche del equipo Dragon Racing.
En la partida, Oliver Rowland picó en la punta del pelotón con el Nissan, mientras que Jean Eric Vergne (Techeetah) y Antonio Da Costa (BMW) lo escoltaron. Pechito ganó una posición ante el retraso de Sébastien Buemi (Nissan) y se colocó en el 13º lugar.
Pero en el inicio del décimo giro, el cordobés empezó a perder potencia en su vehículo y, pese a los intentos por resetear el auto en una zona de escape, tuvo que abandonar al igual que su compañero Felipe Nasr, quien lo había hecho en la primera vuelta.
En el 19º giro, Vergne sorprendió a Rowland cuando éste se corrió un poquito de la línea ideal y, en el frenaje de la curva 11, metió el Techeetah y saltó a la punta de la prueba. Unos metros más adelante, Alexander Sims se pegó contra el muro con BMWcuando peleaba con Andre Lotterer (Techeetah) por el quinto puesto, quedando su coche atravesado en la pista y obligando al ingreso del Pace Car, primero, y a la bandera roja después para que una grúa pueda retirar la máquina.
En el relanzamiento, las tres colocaciones del frente se mantuvieron (pese a una investigación contra Vergne por no respetar el procedimiento con el Pace Car) y Lotterer superó a Daniel Abt (Audi) para hacerse del cuarto puesto.
Sobre el final, cuando ya estaba en marcha la última vuelta, Robin Frijns (Virgin) se llevó puesto a Lucas Di Grassi (Audi) y la carrera culminó con bandera amarilla.
Así, Vergne se convirtió en el sexto ganador de la temporada y sumó su sexta victoria personal en la categoría. Rowland y Da Costa completaron el podio.
Con estos resultados, Da Costa lidera el campeonato con 62 puntos, seguido por Jerome D’Ambrosio, con 59, y Vergne, con 54.
La próxima competencia de la divisional eléctrica será el 13 de abril, en Roma, Italia.
