La lucha interna por el poder en la Scuderia se ha resuelto a favor de Binotto, quien se convierte en el nuevo jefe de equipo.
Ferrari estaba decidida a hacer grandes cambios en su estructura después de volver a perder la batalla contra Mercedes en 2018. La Scuderia se quedó más cerca que nunca de arrebatarle el primer mundial al equipo de Brackley desde el comienzo de la era híbrida en la Fórmula 1, pues llegó al parón veraniego liderando la clasificación y con el mejor coche de la parrilla, pero la segunda mitad de la temporada fue una sucesión de catástrofes.
Una serie de errores clave cometidos tanto por Sebastian Vettel como desde el muro de Ferrari hicieron que Mercedes y Lewis Hamilton ganaran el pulso una vez más. Estas circunstancias favorecieron a que se intensificara la guerra interna existente en la Scuderia, en la cual Maurizio Arrivabene y Mattia Binotto luchaban por hacerse con el poder de la estructura de Maranello.
Si bien Sergio Marchionne había sido capaz de poner en cintura a todos aquellos que se oponían a Arrivabene, quien era su mano derecha, su repentino fallecimiento hizo que los simpatizantes de Binotto ganaran poder tras la llegada de John Elkann a la presidencia de Ferrari. Los errores estratégicos cometidos en varios Grandes Premios, como el de Japón al elegir los compuestos inadecuados en clasificación, no hicieron más que alimentar la sed se sangre de estos simpatizantes.
Los rumores sobre desacuerdos existentes entre Arrivabene y Binotto fueron muy habituales a lo largo de la temporada. Esta guerra interna ha obligado a Ferrari a posicionarse a favor de uno de los dos y parece que el elegido para liderar la Scuderia ha sido Binotto. Según informa La Gazzetta dello Sport, Ferrari ha decidido prescindir de Arrivabene y ascender a Binotto como jefe de equipo.
Arrivabene llegó a Ferrari en sustitución de Marco Mattiacci en noviembre de 2014, quien había reemplazado a Stefano Domenicali meses antes. Entró en la Scuderia de la mano de Philip Morris y era uno de los hombres más ligados a Marchionne. El fallecimiento de este último puso en duda su futuro en el equipo, donde finalmente han rodado cabezas, siendo esta una estrategia habitual en Ferrari cuando se llevan a cabo cambios estructurales.
Sobre quién podría sustituir a Binotto como director técnico de Ferrari, los rumores apuntan a Laurent Mekies, quien se incorporó a la Scuderia el año pasado tras abandonar su posición en la FIA y podría asumir mayores responsabilidades en el equipo de Maranello esta temporada. También se habla de un posible regreso de Simone Resta, actualmente cedido a Sauber. Estos podrían no ser los únicos cambios en una Ferrari que busca una renovación para evitar los errores del pasado.
