El único piloto que no jugó con la estrategia y se mantuvo en el plan convencional de carrera, logró la victoria en la 13º fecha de la IndyCar de 2018.
Alexander Rossi confió en la velocidad de su auto No. 27 durante la jornada de este domingo en el circuito de Mid-Ohio, con lo que por segunda vez subió a lo más alto del podio en el año y recortó su desventaja ante Scott Dixon para así convertirse en sublíder de la puntuación.
Y es que, como se esperaba al inicio del fin de semana, la ausencia de banderas amarillas provocó que la mayoría de pilotos adoptara un plan de tres ingresos a pits para ir a fondo en las 90 vueltas de recorrido; Rossi, en cambio, tomó ventaja de su pole position para irse distanciando de sus rivales, al solo ejercer dos ingresos a boxes y administrar el consumo de combustible.
Aunque el inicio fue bastante polémico, en el que el ex ganador de la Indy 500 alentó la marcha tras salir de la curva previa a la línea de salida, las acciones se pusieron en marcha con contados incidentes, como el de Max Chilton tocando a Takuma Sato en la tercera curva de la segunda vuelta, lo que le mereció una sanción al británico, quien ayer llevó a Carlin Racing a su primera aparición en el Fast Six.
Conforme transcurrió el evento, los pilotos que iban en la parte trasera del pelotón comenzaron a hacer sus repostajes mientras otros como Dixon y Will Power, iniciaron con un plan de tres detenciones en la mesa, pero al ver al californiano escapándose y a rivales como Robert Wickens avanzar vertiginosamente, abandonaron la estrategia inicial para no tener problemas de gasolina en las últimas vueltas.
A pesar de la amenaza que, por momentos, representó el canadiense, Rossi llegó con un margen de victoria de 12 segundos, obteniendo así su segundo triunfo de la campaña, el cuarto en la categoría y el segundo en circuitos permanentes. Además, ascendió al subliderato general, a 46 unidades de Dixon; tras cruzar la meta, mientras celebraba, se quedó atorado en la división de la pista y el pasto.
Desde el quinto sitio, Wickens terminó con la vuelta más rápida y, aunque no recortó la suficiente en su último stint de 25 giros para alcanzar al integrante de Andretti Autosport, pero se anotó su segundo podio consecutivo y cuarto del año, mientras Honda se apropió del 1-2 en uno de sus eventos más importantes del calendario.
Will Power completó el podio tras vencer en un duelo que sostuvo durante el día ante su coequipero Josef Newgarden, a quien contuvo prácticamente todo el día detrás suyo y a pesar de los intentos que el estadounidense hizo para superarlo. Para el australiano fue su primer podio desde Detroit 2.
Newgarden y Dixon completaron el Top 5, por delante de otra de las estrellas de la jornada, Sébastien Bourdais, quien se repuso del error en la calificación que lo dejó en el 24º y último lugar de salida para rebasar a 20 coches durante las 90 vueltas de recorrido, muchos de éstos de manera agresiva y sin ayuda de banderas amarillas, lo que le significó romper la mala racha de resultados que venía arrastrando desde Road America.
Simon Pagenaud, junto con los locales Graham Rahal y Zach Veach,cerraron el Top 10; de destacar que del tercer al décimo puesto llegaron con separación de poco menos de 10 segundos, lo que demuestra el nivel de competitividad en un circuito tan demandante como el localizado en Lexington, en el que en teoría, los adelantamientos eran complicados.
Un total de 188 rebases se registraron a lo largo del día y los 24 coches llegaron al final, además de que el tránsito dictó parte de la carrera, ya que Hunter-Reay fue retrocediendo en las posiciones por no poder dejar atrás a los coches más lentos tras sus primeros ingresos a pits, mientras sus rivales fueron más afortunados con esta situación.
El austriaco Rene Binder finalizó en el lugar 21, en una actuación en la que el integrante de Juncos Racing extendió su primer stint para subir al séptimo puesto, pero eventualmente fue cayendo en el orden, aunque sin cometer errores.
En tanto, Conor Daly se dirigía a otro resultado entre los 15 primeros lugares, pero a diferencia de Rossi, al piloto de Harding Racing no le alcanzó el combustible y debió detenerse en el penúltimo giro, dejándolo en 22º. Pietro Fittipaldi se tomó las cosas con calma en su debut en eventos de la serie en circuitos permanentes, por lo que cruzó la meta en 23º.
La siguiente carrera de la IndyCar se celebrará el domingo 19 de agosto en Pocono, Pennsylvania.