Sébastien Ogier ofreció una actuación casi perfecta para liderar a su rival de Hyundai Motorsport, Ott Tänak, tras la emocionante primera etapa del Rallye de Italia Cerdeña.
La única mancha del día para el francés fue un primer pilotaje demasiado cauteloso por Sedini-Castelsardo, donde cedió 5,9 segundos a Tänak mientras intentaba conservar neumáticos. Al final, la goma dura de Pirelli resistió el test de las altas temperaturas y las carreteras pedregosas de la isla mediterránea.
«Es bueno», sonrió Ogier. «Ha sido extremadamente duro y exigente para los neumáticos y estoy contento de que lo hayamos conseguido porque era un reto con sólo cinco neumáticos».
Su compañero de equipo Dani Sordo completó el podio muy por detrás, ocupando la tercera posición cuando Adrien Fourmaux, el mejor pilotos de M-Sport Ford Puma, sufrió una delaminación de neumáticos en el TC3. Fourmaux se retiró más tarde por un problema eléctrico.
El cuarto clasificado fue Takamoto Katsuta, de Toyota, mientras que Thierry Neuville y Elfyn Evans, líderes del campeonato, tuvieron una tarde complicada, con un quinto y un sexto puesto respectivamente, después de empezar primero y segundo en las pistas de arena, donde el agarre era mínimo.
Una fuga en un neumático de su GR Yaris durante el TC1 agravó las frustraciones de Evans, que terminó la jornada a casi un minuto del liderato.
Grégoire Munster estaba a 11,9 segundos de Evans en la séptima posición de la general, mientras que Sami Pajari lideraba la categoría WRC2 y se mantenía octavo.
El sábado es el día más largo, con 149 km de competición y sin oportunidad de asistencia al mediodía. Por la mañana destacan los tramos a doble pasada por Tempio Pausania y Tula, mientras que la tarde incluye tramos en la zona de Monte Lerno con el impresionante Micky’s Jump.