El piloto mexicano metió una rueda en la hierba por error y golpeó las protecciones en su primera vuelta lanzada, cuando apenas habían comenzado los primeros libres en Hungaroring, hurgando en la herida de sus malas actuaciones recientes.
El drama absoluto de Sergio Pérez en su tercera temporada como piloto de Red Bull se ha recrudecido aún más en los compases iniciales del Gran Premio de Hungría. Por increíble que parezca, su terrible racha, con cinco carreras consecutivas fuera de la Q3 que solo le han dado un podio como rédito, podía ir a peor, y lo ha hecho con un accidente cuando la primera sesión de libres apenas había empezado.
Transcurrían solo tres minutos de sesión cuando el piloto mexicano encaró su primera vuelta rápida, la cual era a fondo debido a la inminencia de la lluvia sobre el circuito de Hungaroring. Tras salir de la rápida curva 4 y encarar la horquilla de la curva 5, Pérez metió por error el neumático delantero izquierdo en la hierba que delimita la pista.
De inmediato, el piloto de Red Bull perdió el control del coche y trompeó hacia la corta escapatoria, golpeando las protecciones con el lado delantero izquierdo de su vehículo y destrozando la suspensión izquierda. Por fortuna para él, el impacto no afectó a la parte trasera ni, aparentemente, a componentes clave como el motor o la caja de cambios.
El accidente también dañó los pontones, una de las partes esenciales del nuevo paquete de actualizaciones que Red Bull introduce esta semana, y que Pérez llevaba en su vehículo desde el inicio. Está por ver si el equipo goza de recambios suficientes para suministrar a su piloto, o si tendrá que montar la versión aerodinámica anterior del RB19.
Por supuesto, la realización no perdió la oportunidad de enfocar a Helmut Marko, asesor de Red Bull, ni al coche de Daniel Ricciardo, que empezaba a aclimatarse al AlphaTauri tras su regreso a la parrilla este fin de semana en detrimento del despedido Nyck de Vries. Con las informaciones de esta semana sobre el potencial de que Ricciardo retorne a Red Bull, el timing de Pérez no podía haber sido peor.