Los jefes de los equipos se reúnen en Melbourne. Los Grandes Premios de Australia, Bahréin y Vietnam han centrado la atención.
La Fórmula 1 está viviendo unos días de lo más convulsos debido a la crisis que acompaña al coronavirus. El circuito de Albert Park se ha preparado para recibir al Gran Circo con medidas para detectar y evitar la propagación del virus en la medida de lo posible, protegiendo a todos los miembros del paddock.
Competir, pero no a cualquier precio
Sin embargo y para desgracia del deporte, el COVID-19 no ha tardado en hacer acto de presencia en el circuito Albert Park tras confirmarse la infección, de un miembro de la expedición de McLaren. El descubrimiento ha provocado la retirada del equipo de Woking en primera instancia y en segunda, una reunión de todos los jefes de equipo de la Fórmula 1 para estudiar qué medidas aplicar. En estos casos siempre es necesario unir fuerzas como compañeros ante una causa común como es la crisis mundial causada por este coronavirus.
El tema central de la reunión fue la continuidad del GP de Australia pero también tienen la vista puesta en carreras próximas como la de Bahréin, prevista a puerta cerrada, y la de Vietnam, que anunció que no permitirá la entrada a todo aquel que venga de España.
Andrew Westacott, jefe de la Corporación del GP de Australia, ha confirmado por su parte que se han detectado y analizado ocho posibles casos de coronavirus entre los miembros de la caravana de la Fórmula 1. El miembro de McLaren ha sido el único que ha dado positivo, mientras que los siete restantes han dado un resultado negativo al menos de momento. No obstante, la preocupación continúa y se va a hacer un seguimiento exhaustivo a todos los participantes, más allá de las decisiones que se puedan tomar tanto desde la Fórmula 1, como por las autoridades pertinentes.