Problemas financieros y algunos que otros más
“Sé qué es lo que va mal, pero no sé cómo resolver el problema», ha admitido un compungido Bernie Ecclestone, consciente de que la F1, el futuro de la F1, pende de un hilo porque los equipos -también los circuitos- están al borde del colapso financiero.
«El problema es que en la F1 se mueve mucho dinero, pero está mal distribuido. En todos estos años se ha repartido mucho dinero a los equipos, pero se ha distribuido mal. Quizás es mi culpa. En el momento en el que se firmaron los acuerdos actuales parecía correcto hacerlo así. No se pensó a largo plazo”, admitió Bernie que ve con preocupación máxima la próxima temporada ya que teme que ni siquiera los 18 coches de Austin estén en la parrilla.
«Sé cual es el problema. No sé como solucionarlo»
“Lo que me inquieta de verdad es el próximo año. Si pudiera ayudar a las escuderías en dificultades, lo haría. Pero no podemos. Las reglas dicen que si damos 10.000 euros a un equipo, debemos darlos a todos. No podemos hacerlo. No podemos cambiar las reglas antes de 2016. Y no veo el tercer coche porque la mayor parte de equipos ya tiene dificultades para pagar el segundo”, señaló el máximo ejecutivo de la F1.
Ecclestone admitió su doble impotencia. De una parte ya no es el dueño del circo, sino sólo el gestor. De otra, los grandes equipos no parecen estar por la labor y hay contratos que limitan su capacidad de acción. En cierta forma está atado de pies y manos.
“Si todavía fuera el dueño de la F1, seguro que habría hecho las cosas de forma diferente. Pero yo trabajo para gente que está en este negocio para ganar dinero”, señaló refiriéndose a CVC Partners y a que él, pese a seguir siendo accionista del negocio, lo es sólo minoritario y su labor es de gestión.
Pero eso mismo le pasa hoy en día a la mayor parte de los equipos. “Antes nos sentábamos en la mesa y las personas reunidas podían tomar las decisiones. Ahora muchas de ellas ya no. Son gestores y deben rendir cuentas a otros”.
Bernie no ve otra salida a este delicado tema que el reestructurar toda la situación y comenzar casi de cero.«Hay que encontrar una solución para salir de esta situación. Estoy dispuesto a romper todos los contratos actuales, coger todo el dinero y pagar todas las deudas que deben ser pagadas. Y redactar nuevos contratos. Si me presentan una propuesta, estoy preparado para firmarla. Los grandes equipos deberían estar dispuestoa a aceptar sacrificios, pero me temo que no será así».
Mercedes o Ferrari ya han dicho que no están en disposición de hacerlo, pese a que los pequeños piden de forma insistente lo que ahora Bernie cree que debe hacerse. «Los grandes deberían ofrecer parte de sus ingresos, los que dependen de las prestaciones (los grandes tienen además un fijo simplemente por estar) y repartir este fondo entre los pequeños»
Parece que le crecen los problemas a «este negocio de ganar dinero», llamémosle así porque al parecer y tal como están las cosas le va mejor este nombre que decir “este deporte de la fórmula 1”. Pero como decíamos, no tan solo se encuentran con problemas financiero, una parte de esos problemas son los ingresos que este año han faltado con la ausencia de los aficionados a los distintos circuitos y por supuesto las bajadas de audiencia, todo ello debido a la malísima gestión deportiva, que si la financiera ya lo es, la deportiva es nefasta.
Coches con una superioridad, llámense Mercedes en esta temporada o Red Bull en las anteriores, que hacen que las carreras pierdan interés, no hay verdaderos duelos, grandes adelantamientos, cambios de pilotos ganadores, nada que atraiga a más de uno a privarse de cualquier cosa para ver la carrera, ya sea por televisión como en los circuitos, como sí pasaba antiguamente.
Eso por no nombrar el sonido que brilla por su ausencia y era justo la esencia de ver en directo las carreras y si además metemos en la lista la estética de los monoplazas, cosa ya de menos importancia pero puestos a decir… Vamos que bien podían mandar a los ingenieros a crear otras cosas más acorde a sus distintas especialidades y dejar que prime los motores que para algo es un deporte del motor, valga la redundancia, pero sobre todo que prime las manos de los que se juegan la vida y que gane el mejor piloto, no el mejor coche con la mejor aerodinámica etc. etc. etc.
Veremos si todo esto les hace despertar de su letargo y los cambios para la próxima temporada hacen el resurgir, si no con todo el dolor de nuestro corazón, tendremos que asistir a una larga pero segura agonía de la fórmula 1.