La edición de las 24 Horas de Le Mans de 1955 ha pasado a la posteridad como la carrera de la muerte, porque en ella se produjo el accidente más grave en la historia del automovilismo deportivo. Los hechos ocurridos el 11 de junio de aquel año en el circuito de la Sarthe, marcaron un punto de inflexión en el deporte del motor.
A las 2 horas y 20 minutos del inicio de la carrera de resistencia más famosa del mundo, el Mercedes 300 SLR conducido por el piloto francés Pierre Levegh, se salió de la pista en la entrada de la recta de boxes. El motor y el puente salieron despedidos contra la tribuna cayendo sobre el público.Murieron 83 personas, incluido el piloto, y hubo al menos 82 heridos.
Esta tragedia sin precedentes en la competición automovilística, supuso la retirada de Mercedes de la competición y la prohibición temporal de las carreras en Francia, España, Suiza y Alemania. También obligó a la adopción de una serie de medidas de seguridad inexistentes hasta la fecha. Esta es la historia del accidente.
Reconstrucción del accidente
Lo que vas a leer a continuación, es la reconstrucción de unos hechos sobre los que existen varias versiones. Todo pasó muy deprisa y hubo una gran confusión, pero probablemente no se aleje mucho de la verdad.
Mike Hawthorn (Jaguar) redujo bruscamente la velocidad para entrar en boxes. Lance Macklin (Austin Healey), que venía completamente lanzado, probablemente no adivinó la intención del inglés y se vio obligado a abrir su trayectoria hacia la izquierda, y Levegh (Mercedes), que iba a adelantar a Macklin, tuvo que abrirse aún más a la izquierda.
El Mercedes de Levegh golpeó con su parte frontal derecha la parte posterior izquierda del Austin-Healey de Macklin. Por la diferencia de velocidad, el Austin-Healey sirvió de rampa de lanzamiento para el Mercedes 300 SLR, que impactó contra el terraplén que separaba la pista de los espectadores.
Por la violencia del golpe, Levegh salió despedido falleciendo en el acto. El Mercedes se incendió. El motor y el puente se desprendieron del chasis recorriendo varias decenas de metros a lo largo de la tribuna. Los restos del Mercedes se precipitaron contra el público con gran violencia.
Inicialmente se pensó que Juan Manuel Fangio era uno de los accidentados. En realidad Fangio se salvó de milagro. Algunos historiadores atribuyen a Levegh un último gesto de aviso a su compañero de escudería (que no se aprecia en el primer vídeo), otros a la habilidad del genial argentino. El caso es que Fangio con dos golpes de volante pasó ileso en medio de aquella confusión, aunque su Mercedes sufrió algunos daños de poco importancia.
El director de carrera, en una decisión acertada, no suspendió la prueba para evitar que la desbandada de público obstaculizara la evacuación de los heridos. Sobre las dos de la madrugada, el jefe del equipo Mercedes, Alfred Neubauer, por orden directa de fábrica, ordena la retirada del equipo en señal de duelo.