Palou se quedó con la victoria en la carrera dominical de Iowa

La ronda de IndyCar se completó en el circuito oval y el español consiguió un nuevo triunfo que lo proyecta al título, con el Dallara Honda de Chip Ganassi Racing.

El español logra su séptimo triunfo del año… y vuelve a amenazar el récord histório de victorias.

No hay nada que se le resista a Álex Palou. Ni siquiera las pistas más peculiares de la la IndyCar: los óvalos cortos. Si ayer conseguía su primera pole position en este tipo de circuitos… hoy ha redondeado la faena con una sensacional victoria en Iowa… ayudado por la suerte… o quizá no tanto. Lo explicamos.

Porque es cierto que la fortuna le ha beneficiado… y además en dos ocasiones, con dos oportunísimas amarillas que complicaron la vida del gran maestro del Iowa Speedway: Josef Newgarden. El estadounidense -que ha ganado seis veces en este trazado- lideraba en esos dos momentos la carrera, el último a falta de 20 vueltas… pero se quedó con un palmo de narices y, de nuevo, sin victoria. 

Suerte… pero quizá no tanto

Pero no todo es cuestión de suerte… porque en el muro del Ganassi #10 jugaron a parar más tarde… y tentar la suerte habitual en los óvalos cortos de que una amarilla te favorezca. Se dio dos veces durante la carrera y cuando las cosas pasan con frecuencia… la fortuna influye menos.

Es el séptimo triufo del año para Palou, un pasito más cerca de ese récord histórico de diez del que ‘renegó’ tímidamente hace unos días a preguntas de MARCA… pero que de no haber mediado el fallo en Mid Ohio, ya acariciaría con los dedos.

Newgarden, el maestro de Iowa

Palou supo defender la pole en la salida y durante el primer stint controló las operaciones. Pero tras la primera parada (de nuevo provocada por una amarilla), Josef Newgarden dio un paso al frente y superó al español. Poco a poco fue abriendo hueco aprovechando su maestría para favorecerse de los doblados… pero la clave de la carrera llegó en la vuelta 134… la que el ‘Capitán América’ eligió para hacer su parada.

Fue pisar la línea de pits… y saltar una amarilla que lo ‘mataba’. Al menos a priori. De liderar con casi tres segundos de ventaja pasaba a la posición 13ª… pero ahora sólo con media carrera por delante.

Aún así, el doble ganador de la Indy 500 se las apañó para llegar con opciones a las últimas 40 vueltas. Tenía el mejor ritmo, de largo, de la parrilla (ayer no ganó por una mala última parada) y se plantó tras el alerón trasero del líder y campeón con tiempo suficiente para pasarlo y lanzarse a por el triunfo. 

Doblete de Ganassi, en el feudo de Penske

Pero llegó la última parada y la historia se repitió. Los primeros en entrar (algo que siempre es un riesgo en un óvalo corto) fueron Newgarden, Malukas y O’Ward, por entonces primero, segundo y cuarto. Palou se mantuvo fuera… y se benefició de la amarilla que provocó un pinchazo en el Andretti de Herta.

Palou tenía en su mano el triunfo… y no lo iba a dejar escapar. Hizo una resalida óptima y aguantó a Scott Dixon (el otro hombre más listo de la clase), para protagonizar un espectacular doblete de Ganassi… en todos los morros de Penske, que tenía sin duda los mejores coches, pero también la maldición encima de su muro (Power y McLaughln cayeron en la parte inicial por un problema técnico y un accidente, respectivamente).

La IndyCar sigue ahora con su intenso mes de julio y el próximo fin de semana se trasladará a las calles de Toronto, en el que será la última cita urbana de la temporada 2025.