Si alguien dudaba de la capacidad de Lando Norris de luchar contra la presión, esta carrera ha servido de respuesta. El británico ha logrado una aplastante victoria en Singapur para seguir construyendo su remontada en el Mundial a Max Verstappen, que solo pudo ser segundo.

Norris salvó dos sustos importantes con el muro para asegurar el triunfo, que, junto a la tercera plaza de McLaren, da más ventaja a los de Woking en el Mundial.

Los españoles han salido del Marina Bay con un buen botín de puntos. Sainz ha finalizado séptimo, y Alonso octavo resistiendo los ataques finales de Hülkenberg y Pérez.

Norris supera los traumas de las salidas

Por vez primera, Norris fue capaz de defender la pole position en la salida. El británico tuvo una buena arrancada para dejar atrás a Verstappen, que se veía atacado por un Hamilton que apostó por salir con el blando. Sin embargo, el británico no pudo sacar partido de su ventaja con el neumático.

Fernando mantuvo posición, pero Carlos Sainz cayó hasta la duodécima tras la meteórica salida de Franco Colapinto, que se puso noveno en la primera frenada.

El lento ritmo de carrera en la zona media facilitó la aparición de los temidos trenes de DRS, que dificultan más que propician los adelantamientos. Bien lo sufrieron los dos pilotos de Ferrari, Leclerc y Sainz, atascados detrás de Alonso y Tsunoda respectivamente.

Este ritmo no era compartido por Norris, que dejaba patente su dominio, rodando más de un segundo por vuelta más rápido que Verstappen tras unas primeras vueltas de gestión. El británico se empezaba a construir la victoria a fuego medio.

Paradas tempranas, undercuts masivos

Los trenes anteriormente mencionados solo tenían una vía de salida: paradas en boxes adelantadas. Esa decisión tomaron en Williams y Ferrari con Albon y Sainz respectivamente, una estrategia que parecía surtirles efecto. Eso sí, a Albon se le truncó tras un problema de sobrecalentamiento que le obligó a abandonar.

Hamilton fue el primero del top-3 en parar en boxes en la vuelta 17 debido a su neumático de salida, el blando, dejando indefenso a Russell ante la llegada de Oscar Piastri, que amenazaba con un undercut al inglés.

Las paradas se harían un poco más de rogar en cabeza, como se lo comunicaban a Norris: «Queremos ir lo más largo posible y no parar antes que Verstappen, así que cuida las ruedas», le decían por radio. El de McLaren estaba acribillando a Verstappen con un ritmo inalcanzable.

La estrategia sonríe a los nuestros

Tras 25 vueltas atascado detrás de Alonso, Leclerc pudo zafarse del asturiano, que no dudó en ir a boxes tras ser adelantado, lanzando así el undercut a Hülkenberg y, si seguía detrás, a Leclerc. Pero el monegasco no tardó tanto en adelantar al alemán, y optaba a mantener la posición tras su parada.

Alonso apretó los dientes para adelantar al tráfico de Gasly y, sobre todo, Magnussen, para ganarle así posición a Hülkenberg. El alemán paró cuatro vueltas después que Alonso, saliendo por detrás del de Aston Martin. Los puntos estaban cada vez más cerca.

El undercut también era efectivo para Sainz, que ganaba posición a Colapinto, Pérez, Hülkenberg y Alonso para ser séptimo, su objetivo mínimo. Su compañero, Leclerc, pasó por boxes finalmente en la vuelta 37, perdiendo posición con Alonso, pero por delante de Hülkenberg. Sin embargo, enseguida que llegó a la altura del asturiano, le superó, esta vez sin complicaciones.

McLaren, en modo fácil

Con la victoria más que amarrada, para McLaren era turno de pelear por el podio con su segunda lanza, Oscar Piastri. El australiano fue el último en parar, en la vuelta 39, a 24 del final. Con una diferencia de 20 vueltas de neumático con Hamilton y 10 con Russell, el objetivo era el tercer escalón.

Los dos coches plateados fueron una presa fácil para el de McLaren. Hamilton más que Russell, que dio algo más de pelea, pero Piastri se puso tercero a 18 vueltas del final… Con 18 segundos de diferencia con Verstappen. McLaren olía el doblete.

La tardía parada de Leclerc también jugó a su favor en este final de carrera. Luego de que Carlos le diera paso por orden del equipo, comenzó a estrechar el cerco a un Hamilton muy quejica por la radio. Diez vueltas le costó llegar y pasar sin dificultades al inglés. Russell fue un hueso más duro de roer

La amenaza del Safety Car, ausente desde el GP de Canadá y con una presencia del 100% en este circuito, sobrevolaba tras un toque de Magnussen con el muro que le costó un pinchazo, lo que ponía en alerta a todos los equipos. Pero dicha amenaza no se materializó, y se rompió una racha inmaculada de Safety Car en Singapur.

La llegada de Hülkenberg y Pérez no perturbó a Fernando Alonso, cuya perfecta gestión de carrera le permitió resistir los envites de sus rivales. También resistía Russell los ataques de Leclerc, al que se le hizo de noche al buscarle un hueco

Aun con una sideral ventaja de casi 30 segundos, Norris aceleraba las pulsaciones tanto en el muro de McLaren como en casa de sus aficionados. Dos roces con el muro, fruto quizás de la dureza de este circuito, casi terminan con su carrera. Sin embargo, hoy la suerte estaba de su lado, y pudo firmar el tercer triunfo del año que le acerca aún más a Verstappen.

Las matemáticas, muy ajustadas, siguen jugando a favor de Norris, aunque tras perder la vuelta rápida en favor de Ricciardo, ya no depende de sí mismo, y tendrá que esperar, al menos, una tercera plaza de Verstappen.

La diferencia en el Mundial entre el neerlandés y el de McLaren es de 52 puntos, con 180 en juego todavía contando las Sprint.

Tres semanas de parón nos separan de la próxima cita del Mundial, que será el primero del cuarteto americano. El Gran Premio de Estados Unidos aguarda el fin de semana del 18 al 20 de octubre.