Agustín Canapino fue el protagonista de un incidente en la sexta vuelta de una carrera en la que pudo largar desde la décima colocación.
Hace una semana, en Iowa, Agustín Canapino hizo una grandísima clasificación y no la pudo capitalizar en ninguna de las dos carreras disputadas (en una abandonó y en la otra sufrió un incidente que lo mandó al fondo). Estaba la esperanza de que esta vez el final fuera otro, porque el Titán volvió a meter un 10° puesto en la tanda cronometrada y quedó bien posicionado para sacar un buen resultado en Toronto. Lamentablemente, el desenlace fue el mismo: chocó, abandonó y sumó un nuevo dolor de cabeza en la IndyCar.
Por las características del trazado, que en algunas zonas no permite que entren dos autos cómodos, se suponía que habría más de un incidente. Temprano, muy tempranito en la carrera, hubo una bandera amarilla que anticipó lo que se vendría. Apenas se relanzó, un Canapino que marchaba 11° se defendió del ataque de Scott Dixon, quien le ganó la cuerda con el infortunio de que su rueda trasera derecha hizo contacto con la delantera izquierda del arrecifeño. Como resultado, el piloto del Juncos Hollinger Racing salió disparado hacia la pared, rompió su Chevrolet y ahí se terminó su jornada.
.
Agustín Canapino se perfilaba para ser uno de los principales protagonistas de la definición del Grand Prix de Toronto de la IndyCar luego de haber tenido una gran clasificación en la cual logró un décimo puesto, pero la suerte no estuvo de su lado.
En el primer relanzamiento de la competencia, luego de un incidente que se produjo en la largada, Canapino se accidentó y chocó su Dallara #78 contra uno de los muros del circuito callejero. Este incidente del argentino lo dejó fuera de competencia.
Ya son varias pardas al hilo para el Titán, que desde su reincorporación a la categoría en Laguna Seca (hace un tiempo se bajóuna fecha por la polémica virtual con Theo Pourchaire) no está pudiendo encontrar regularidad. De hecho, en la faceta que más lo complicaba -la cronometrada- se lo ve mucho más sólido, pero no está logrando lo mismo los domingos cuando llega la hora de correr.
Como el público que lo siguió desde el televisor, Canapino no tuvo más remedio que seguir la carrera en un monitor. Para los que se quedaron prendidos a pesar de la baja del argentino, el evento en Toronto les ofreció un momento impresionante: una piña múltiple, con un auto volando por los aires e impactando con el muro (el de Santino Ferrucci), que obligó a sacar la bandera roja. Pasada la línea de meta por última vez, el ganador fue Colton Herta. Y Canapa seguirá masticando bronca, algo más que lógico en un tetracampeón de TC. A la siguiente (será el 17 de agosto en Illinois), hasta que se rompa la barrera.
