Carlos Sainz también se aprovechaba de la ocasión con un pódium también inesperado, cuando en una situación normal habría terminado quinto. Peor le fue a Fernando Alonso, que terminó en las últimas posiciones.

Charles Leclerc se deja la carrera en la salida

Las primeras curvas nos dejaron dos momentos que marcarían el devenir de sus protagonistas. Por un lado, Hamilton adelantó a Sainz por fuera de la pista en la curva 1. El británico incluso llegó a adelantar luego a Russell, pero este se la devolvió y luego Lewis tuvo que ceder la plaza con el español antes de una posible sanción.

Por otro lado, el otro Ferrari, el de Charles Leclerc, perdió la carrera a las primeras de cambio tras tocarse con Oscar Piastri. El monegasco tuvo que parar en boxes en la primera vuelta a cambiar el alerón delantero y luego ya no pudo hacer nada.

El otro español, Fernando Alonso, perdió la plaza ganada con Tsunoda en la salida en medio del pelotón, y empezaría así una carrera de calvario para él.

‘Pasada’ y sanción para Fernando Alonso

La carrera en Austria se dividió en dos grupos en función de las estrategias en boxes: los pilotos que fueron a tres paradas, como Fernando Alonso, y los que fueron a dos, como la gran mayoría de pilotos, incluidos los de cabeza.

Las primeras paradas en boxes empezaron en la vuelta 11. Más adelante, el asturiano protagonizó uno de los incidentes de la carrera, al pasarse de frenada en la curva tres y llevarse por delante al Sauber de Zhou.

El piloto de Aston Martin recibiría una sanción de 10 segundos y, a pesar de haber llegado a la 11ª posición, sus opciones se terminarían al cumplirla en su siguiente parada en boxes.

Fue una carrera de muchas investigaciones y sanciones, y no precisamente por los límites de pista. Aparte de la de Alonso, Lewis Hamilton también fue penalizado con 5 segundos por tocar la línea blanca de entrada a boxes al sufrir de subviraje con su monoplaza. Checo Pérez también recibiría 5 segundos de sanción al exceder la velocidad en el pit lane.

El que no fue sancionado fue Max Verstappen por lo que parecía un claro ‘unsafe release’ en su primera parada, que hizo que Norris frenase en el carril de boxes. De haber recibido esos 5 segundos de sanción, quizás la cosa hubiera cambiado de cara a las últimas vueltas.

Un último stint de infarto

George Russell y Carlos Sainz se irían marcando durante toda la prueba a una distancia de entre 3 y 4 segundos, con estrategias de neumáticos distintas. El español, no obstante, no podría acercarse al británico, mientras que por detrás Piastri se le acercaba.

La batalla por la victoria parecía tranquila y en realidad no empezaría hasta la vuelta 51, momento en el que Verstappen y Norris entraban en boxes a poner un último juego de Medios (usado para Max). Red Bull falló en la parada en boxes y eso le permitió al joven británico salir del pit lane pegado al líder de carrera.

Desde entonces, la persecución nos dejó una batalla que se recordará durante muchos años y que, a buen seguro, generará mucho debate en los próximos días. Max Verstappen no dejaba de moverse de un lado al otro en la pista y Norris excedía los límites de pista demasiadas veces, hasta el punto de ser finalmente sancionado. Ninguno daba su brazo a torcer y las vueltas hacia el final se acercaban.

Cambio drástico a 7 vueltas para el final

Todo cambió en la vuelta 64: en la curva tres, los dos pilotos se tocaban y ambos tenían que entrar en boxes. Max lograba salir de boxes tras sufrir solo un pinchazo, pero caía hasta la quinta posición. Lando Norris, con una sanción de 5 segundos por límites de pista y el coche más dañado, se retiraba.

George Russell tomaba así el liderato, mientras que Oscar Piastri olía la sangre y adelantaba a Carlos Sainz por la segunda posición junto antes de que se activase el Coche de Seguridad Virtual. Una decisión que pudo haber significado el triunfo final del piloto de Mercedes.

Este final de infarto pone el cierre a la segunda de las tres carreras consecutivas. La próxima cita será la semana que viene en Silverstone, donde el duelo volverá a estar servido entre Max Verstappen y los McLaren.