Tras un esfuerzo ímprobo en lo económico y lo técnico para regresar a la Fórmula 1, en Honda no acaban de digerir la nueva directriz de la FIA. Todos sus rivales en el Mundial podrán actualizar sus motores a lo largo del año, mientras ellos, por ser nuevos, deberán tenerlo homologado definitivamente el 28 de febrero.
«Estamos irritados y tristes, pero no queremos hacer más comentarios», dice un portavoz de la firma japonesa, la cual fabricará el nuevo motor de McLaren que pilotará Fernando Alonso.
La próxima semana habrá una reunión de los equipos con la FIA para discutir los detalles. Honda luchará por ser tratado como el resto o, al menos, conseguir alguna ventaja extra a cambio de la que han conseguido el resto de motorizadores de la parrilla.
