Un problema con el turbo perjudicó al principio al galés en el shakedown del jueves, limitándolo a solo una sola tanda. Sin embargo, un sólido pilotaje a lo largo de las ocho especiales del viernes le dejó a menos de seis segundos de Thierry Neuville de cara al sábado.

Evans abrió una colchón de casi veinte segundos por la mañana cuando el belga se estrelló en la etapa 11. El de Hyundai dañó la suspensión trasera izquierda de su i20 N tras chocar con un trozo de hormigón después de calcular mal una curva a derechas en tercera velocidad.

El abandono de Neuville generó una lucha por el liderato entre Evans y Tanak, que estaba ganando terreno tras afinar la puesta a punto de su Ford Puma. El galés sufrió en unas carreteras que se llenaron de gravilla, lo que permitió al estonio acercarse. Tanak se acercó a 12,5s de Evans antes de que el de Ford sufriera un problema en la transmisión y otro hidráulico que restringió el uso del freno de mano, lo que le costó valiosos segundos en las dos últimas especiales del sábado.

Con una ventaja de 25,4s, el de Toyota condujo con tranquilidad en las cuatro etapas finales del domingo para hacerse con una emotiva victoria: «Ahora parece tan insignificante [la victoria] que eso es lo esencial. Obviamente, llevamos mucho tiempo trabajando para esto, pero es sorprendente lo poco que significa ahora, volvemos a echar de menos a nuestro amigo [Craig Breen], en cuanto cruzas la línea de meta es en lo único que puedes pensar».

Lappi hizo que los tres equipos de Rally1 del WRC estuvieran representados en el podio a pesar de los problemas del finlandés para mantener un ritmo constante con su i20N. El vigente campeón del mundo, Kalle Rovanpera, terminó cuarto y tras ganar un entretenido duelo con su compañero de equipo, Sébastien Ogier, que tuvo la ventaja de abrir las carreteras el viernes.

Las esperanzas de victoria de la dupla se vieron truncadas en la segunda especial, cuando tuvieron problemas en el mismo bache, lo que obligó al dúo a cambiar una rueda en la etapa. El galo perdió 1:32s, recibió un minuto de penalización después por una infracción del cinturón de seguridad tras el cambio del neumático y otra sanción de diez segundos por llegar tarde a la etapa 9 después de reparar un problema de su GR Yaris en un tramo de carretera.

Rovanpera perdió 2:26s tras su cambio, que le dejó fuera de los diez primeros clasificados. Sin embargo, salir primero el sábado ayudó al finlandés recuperarse, con seis victorias de etapa y logró superar a Ogier para hacerse con la cuarta plaza. Toyota designó ambos para puntuar como constructores, en lugar de los tres pilotos permitidos, en solidaridad con Hyundai tras el fallecimiento de Breen.

Takamoto Katsuta llegó a rodar quinto antes de acabar en la sexta posición, por delante de Pierre-Louis Loubet, mientras que Yohan Rossel terminó octavo en la general para ganar la categoría de WRC2.

Neuville se reincorporó al rally el domingo para conseguir una emotiva victoria en la Power Stage y adjudicarse los cinco puntos extra: «Queríamos esa victoria, queríamos que Craig [Breen] se sintiera orgulloso, pero perdimos la oportunidad. Lo hemos dado todo aquí. Ésta era para Craig».

Evans y Ogier comparten el liderato del campeonato con un punto de ventaja sobre Rovanpera de cara a la quinta prueba del campeonato, que se celebrará en Portugal el mes que viene.