Carlos Sainz y Charles Leclerc abandonaron por problemas de fiabilidad y Red Bull sumó un memorable doblete que puede suponer un golpe casi letal para los dos campeonatos.
Fernando Alonso repitió su mejor resultado del año, un 7º puesto, con lo que suma tres carreras seguidas entre los puntos.
Max Verstappen y Sergio Pérez fueron los grandes ganadores de un GP de Azerbaiyán mucho menos movido de lo previsto. El doblete de Red Bull les permite escaparse al frente de la clasificación general, que ahora tiene al neerlandés primero con 150 puntos y al mexicano segundo con 129.
Los abandonos de Sainz y Leclerc dejan en una posición complicada a la Scuderia, si bien la cercanía del GP de Canadá les permitirá ser relativamente optimistas.
Fernando Alonso finalizó 7º y suma su tercer Gran Premio consecutivo entre los puntos.
Salida: Pérez brilla, Leclerc falla… y Sainz abandona
La salida fue un preludio de lo que iba a pasar después para Ferrari. Sergio Pérez se hizo con el primer puesto en la primera curva, mientras Charles Leclerc se colaba de manera imperdonable. El mexicano se escapó al frente del pelotón, con el monegasco obligado a defenderse de Max Verstappen.
Esa pelea debería haber beneficiado, a priori, a un Carlos Sainz que sostuvo el cuarto puesto en la parrilla, pero un problema hidráulico en la vuelta 10 le mandó fuera de carrera. El madrileño puso el primer capítulo del día para olvidar en Maranello.
Aunque el abandono de Sainz dejaba solo a Leclerc, una doble mala parada en boxes daba esperanzas a los de Maranello… pero no se esperaban que ocurriera lo que pasó.
Rompe Leclerc, se pasea Red Bull
Diez vueltas después de Sainz, un Leclerc que se las prometía muy felices, rompió. La desesperación del monegasco era absoluta, porque no se podía esperar que una carrera que ni mucho menos esperaba que se le pusiera tan mal ya desde la salida… y que ni siquiera le dejó oportunidad para recuperar.
A estas alturas, en Red Bull ya habían planteado la estrategia en cualquier caso. Verstappen adelantó a un Pérez al que le advirtieron que no intentara siquiera luchar. El mexicano obedeció, consciente además de que no iba a poder porque estaba en peores condiciones de neumáticos. Cuando pararon ambos, y tuvieron problemas, se temían lo peor, pero la fiabilidad de Ferrari les ayudó.
Paseo marcial de Red Bull
A partir de ahí, la carrera se hizo un devenir de vueltas. Solo un surrealista problema de Yuki Tsunoda, al que le sacaron bandera naranja y negra, despertó al personal. El japonés vio cómo su DRS se quedó abierto solo en un lado, y se lo arreglaron como casi siempre se arregla todo: con cinta americana.
Desde entonces, poco más. Verstappen se encaminó hacia la victoria seguido por un Pérez que no le inquietó, mientras que Russell asentó un nuevo podio para él. En cuanto Hamilton pasó a Gasly por el cuarto puesto le dio el mejor resultado posible en esta carrera.
Por detrás, Fernando Alonso igualó su 7º puesto de Mónaco y confirmó su buen momento (en contexto) con su tercer GP entre los puntos. No es el sueño ni el objetivo previsto, pero ya mejora lo que estaban haciendo hasta la llegada al Principado.
