Anticipo

Arrivederci

Arrivederci

Fernando Alonso se marcha de Ferrari y lo hace saliendo por la puerta principal y no por la trasera como han hecho otros, alguno de los cuales regresó en el último año de la mano de otro que ya no está tampoco en la Scuderia con la idea de vencer al asturiano y «bajarle los humos». Lo hace con la cabeza bien alta tras cinco años dejando en evidencia a un equipo que para muchos lo es casi todo en la Fórmula 1, pero que da la sensación hace ya tiempo de ser más bien un ente caduco que vive de las rentas gracias a una leyenda y renombre adquirido en el pasado, y es que Fernando se marcha, no le echan.

El de Oviedo deja Maranello y lo hace sin títulos y menos victorias de las que con seguridad mereció haber logrado y esperaba obtener cuando llego en 2010. En Ferrari han disfrutado de los que pueden ser los mejores años y pilotaje de Fernando, un talento mal aprovechado que tan solo ha servido para mantener la línea de flotación de la Scuderia por encima del nivel del agua y evitar todavía su mayor hundimiento, haciéndola parecer mejor de lo que es camuflando así lo que muchos no veían o no querían ver, que en Ferrari hacía años que necesitaban una «revolución», aire fresco y métodos nuevos si deseaban estar de regreso a la senda del éxito. Ahí están las cifras conseguidas por Fernando para Ferrari, ahí quedan las comparaciones siempre odiosas con sus compañeros de equipo que luchaban con las mismas armas.

Fernando se marcha simplemente por que añora ganar, el sabor del champagne, la sensación de subir a lo más alto del podio. Se marcha por qué haber sido reconocido como el mejor piloto de la parrilla por sus compañeros y los medios los últimos años no le es suficiente, su hambre de títulos es superior a eso. Tiene claro que quedándose lo tiene tan difícil o más como con su «supuesto» fichaje por Mclaren para lograr su ansiada tercera corona que termine de darle ese puesto que confirme si es que cabe duda alguna, su lugar en el Olimpo de los grandes de la F1. El cambio de aires no le garantizará nada, pero el quedarse posiblemente todavía le aseguraba menos. Por desgracia Fernando se acerca cada vez más al ocaso de su carrera y no dispone de tanto tiempo ni paciencia como pueda tener Sebastian Vettel fichando por Ferrari para lograr su objetivo, así que no hay más remedio que probar cosas nuevas.

Tanto Mclaren con su nuevo motor Honda como «La Ferrari» de Vettel son toda una incógnita. Por parte del binomio británico-japonés queda ver si los de Woking, cuya temporada ha sido tan nefasta o más que la de Ferrari, remontan el vuelo ayudados con el regreso de Honda como motorista, cuyo motor es un misterio y nadie sabe si podrá igualar a la todopoderosa Mercedes. Ferrari, que por otro lado, alardeaba durante el anuncio del fichaje de Sebastian Vettel diciendo que por primera vez en su historia un tetracampeón pilotaría para el Cavallino cuando deberían reconocer que han «comprado» a este tetracampeón por que han sido incapaces de crear el suyo propio durante estos últimos años, es también una duda, aunque esto es tan novedoso.

Será interesante ver si la revolución iniciada con la «dimisión» de Stefano Domenicali, la «jubilación» de Montezemolo, el nombramiento de Sergio Marchionne y la sustitución por parte de este último, de Mattiacci «el breve» por Maurizio «Llegabién» Arrivabene, es suficiente para que Vettel emule a Schumacher o simplemente acaban con la paciencia del alemán sumergiéndose en una continua travesía por el desierto por parte de la Scuderia en cuanto a títulos, que incluso deje a esos veintiún años de sequía anteriores a la llegada de Michael en un breve suspiro.

¿Tendrá la suficiente paciencia Vettel en la espera de un monoplaza digno de sus manos mientras pilota «camiones»?, eso está por ver, pero es que el único antecedente que tenemos es este mismo año con un Red Bull que no le daba alas y la verdad, con su marcha de la casa de Mateschitz a las primeras que no ganaba carreras con un codo apoyado fuera del cockpit, da a entender que no la tiene, aunque esa sensación puede ser equivocada por supuesto y los verdaderos motivos de su marcha sean otros, pero la pregunta es : ¿Alguien confía en que el Ferrari de 2015 sea mejor que el Red Bull?. Una duda más que razonable visto lo visto estos últimos años, tanto o más como saber si será capaz no teniendo posiblemente a corto plazo un coche competitivo, de salvar los muebles del Cavallino como ha hecho Fernando estos últimos años. Nos espera una temporada interesante sin duda en la cual reverdecerá el mito o caerá en picado y no me refiero a Ferrari precisamente.

Si en años venideros esta reinvención de Ferrari da sus frutos deberían como mínimo dar las gracias a Fernando por constatar y reflejar las carencias de este equipo durante su estancia allí, provocando con su marcha, más vale tarde que nunca, la renovación definitiva de una escudería que todavía no parece haber aprendido que de rentas y glorias pasadas quizá se pueda sobrevivir, pero no dan títulos y que ser piloto de Ferrari puede que sea un lujo y entrar en la leyenda, pero no te colma de paciencia infinita como así ha ocurrido con Fernando.

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