El vehículo de Fórmula 1 golpeó el muro con gran violencia y luego rebotó sin control por el resto de paredes quedando casi totalmente inutilizado.
El escalofriante accidente que sufrió Mick Schumacher en la clasificación del Gran Premio de Arabia Saudí le va a salir muy caro a Haas. Y hay que dar gracias porque, afortunadamente, al hijo del heptacampeón no le pasó nada.
Recordemos que el coche quedó destrozado. Así que tras efectuar la pertinente evaluación se ha llegado a la conclusión de que los daños provocados en el VF-22 podrían suponer hasta un millón de dólares (unos 905.000 euros). Es lo que costará repararlo.
Los accidentes han sido por normal general una pesadilla para los presupuestos de los equipos. No hay forma de prever cuántos accidentes se tienen a lo largo del año ni cuánto van a costar, por lo que el sistema se basa en estimaciones que ponen en compromiso a los que deben cerrar los presupuestos.
Gasto limitado
Esto ha cobrado gran importancia con el límite presupuestario, especialmente en los equipos que llegan al mismo y que gastar dinero en reconstruir un mismo monoplaza significa tener que quitarlo de otras áreas de desarrollo.
Según ha informado el equipo Haas, tras el terrible accidente sufrido por Mick Schumacher durante la sesión de clasificación del Gran Premio de Arabia Saudí, solo se han podido salvar la unidad de potencia, incluyendo la batería y el chasis en sí, si bien este último necesitará reparación.
“El chasis en sí no parece estar roto. Las infraestructuras laterales sí, pero se pueden cambiar. Necesitamos hacer una revisión más exhaustiva, pero parecer que no está tan mal para ser honesto. El motor me dijeron desde Ferrari que también parecía estar bien, al igual que la batería. Pero todo lo demás está roto.”, apuntó Günther Steiner.
El máximo responsable de Haas tiró por el redondeo a la hora de estimar los costes, dejando eso sí una ventana muy amplia. “Creo que será bastante alto porque se ha ido toda la suspensión. Creo que se salva algo de la delantera izquierda, pero el resto es polvo de carbono. Entre la caja de cambios, la carrocería, los radiadores… entre medio millón y un millón de dólares”, especificó el de Haas.
Steiner insinuó que estas cosas dentro de lo que cabe están previstas y que solo varios de este tipo te acaban rompiendo el presupuesto. “Solo tenemos que administrarlo. Obviamente, espero que no tengamos muchos más”, apuntó el italiano.
Mick estará en Australia
Mick se dejó ver por el circuito durante el domingo, aunque el impacto, cifrado en 33G, hizo a los médicos desaconsejar su presencia durante la carrera, pero no hay nada que haga temer su ausencia durante el próximo Gran Premio, el de Australia, del 8 al 10 de abril.