El Toyota de Nakajima, Buemi y Hartley se llevó la victoria de unas 6 horas de Spa en las que el Signatech Alpine #36 les presentó batalla.
Roberto Merhi, 10º en LMP2; Miguel Molina, tercero y Antonio García, 4º en la categoría GTEPro.
La era de los hypercars ha arrancado como acabó la anterior: con victoria de Toyota. Eso sí, no fue un paseo, ni mucho menos, como antaño, si bien la marca japonesa ya lleva siete años consecutivos ganando las 6 horas de Spa. El Toyota GR010 Hybrid número 8 de Brendon Hartley, Kazuki Nakajima y Sebastien Buemi se impuso al Signatech Alpine #36 de André Negrao, Nicolas Lapierre y Matthieu Vaxiviere, en una carrera en la que quedó claro que esta nueva normativa puede poner mucha más emoción a la carrera.
No se puede entender este resultado en la máxima categoría sin considerar el grosero error de Kamui Kobayashi. El japonés marró las opciones del Toyota #7 cuando se estrelló en la zona de arriba del trazado de Spa. Se fue él solo contra el muro, y su clamoroso error le mandó al fondo, e incluso después fueron sancionados por un toque con un GT durante un adelantamiento.
De haber estado los rivales que sí estarán en Le Mans, como los Glickenhaus, quizá tampoco habrían llegado al podio.
Aunque el rendimiento ha permitido que se igualen mucho, este error de Koabayashi le costó caro tanto a él como a Mike Conway y a José María López, que llegaron a dominar buena parte de esta histórica carrera por ser la primera de una nueva época.
Desde las primeras horas, el Alpine demostró que no iba a ponerle las cosas fáciles a Toyota. Tras el accidente de Kobayashi, llegaron a ponerse por delante hasta que la estrategia y una oportuna sanción permitieron al #8 escaparse por delante y mantener el control sobre el coche francés.
Las opciones del #36 estuvieron a punto de irse al traste por culpa de un adelantamiento un tanto extremo en la zona del Eau Rouge con Anthony Davidson, del JOTA #38 de LMP2. Los reflejos del brasileño negrao, que no rebajó, evitó que hubiera un accidente serio.
Lo cierto es que esta carrera ha confirmado que incluso puede haber batalla con los LMP2, ya que el nuevo BoP que ha impuesto la FIA y el ACO, con la llegada de la normativa IMSA, ha propiciado que hubiera pelea en los primeros compases de la carrera.
Pelea intensa en LMP2, como siempre
Lo que no cambia con respecto a la anterior época es la intensa lucha que dejan siempre los de la categoría LMP2. La victoria fue para el United Autosport #22, pilotado por el ‘rookie’ Fabio Schrer, Phil Hanson y Filipe Albuquerque, que se beneficiaron del abandono del G-Drive #26 y pudieron sostener a los del JOTA #38 de Roberto González, Antonio Félix Da Costa y Anthony Davidson, que casi provoca un susto serio.
En esta categoría con tal igualdad, hubo imágenes como la del veteranísimo Juan Pablo Montoya al límite del accidente con el DragonSpeed, si bien no hubo nada que lamentar más que un buen susto.
En esta categoría rodó de nuevo Roberto Merhi, pero el valenciano no tuvo mucha suerte en esta ocasión. Su G-Drive #25 que llevó junto a John Falb y Rui Andrade acabó 10º de su categoría, lejos de los puestos de arriba.
Miguel Molina, en el podio
Los españoles de la categoría GTEPro tuvieron mejor tino. El AF Corse #52 de Miguel Molina y Daniel Sierra acabó tercero, detrás del vencedor, el ya habitual Porsche #92 de Kevin Estre y Neel Jani, y del otro AF Corse, el #51, pilotado por los veteranos Alessandro Pier Guidi y James Calado.
En una carrera muy regular y con batalla, pero esta vez sin problemas, por parte del #52, Molina supo bregar con buena parte de la carrera con relevos más rápidos que los de su compañero e incluso hubo momentos que se llegó a plantear un cambio de posición con el otro coche del equipo.
La cuarta plaza, medalla de madera en la categoría, fue para el Corvette #63 de Antonio García y Oliver Gavin, en su última carrera. El británico pone punto final a su larga trayectoria como piloto, en la que quedan las victorias en las 24 horas de Le Mans para el recuerdo.
En cuanto a la siempre entretenida categoría de GTEAm, el vencedor fue el Ferrari #83 del AF Corse privado de François Perrodo, Nicklas Nielsen y Alessio Rovera, que se impuso al Aston Martin #33 del TF Sports de Ben Keating, Felipe Fraga y Dylan Pereira. Ambos llegaron en la misma vuelta y casi luchando por la victoria hasta los instantes finales.
Próxima cita del WEC: en agosto, las 24 horas de Le Mans, que se antojan más igualadas que nunca en la última década.