Pese a la expectativa que se había generado por la implementación del sistema Push to pass, ese extra de potencia con la que cuentan los coches en cada accionamiento, Leonel Pernía liquidó la carrera en los primeros metros, cuando partió mejor que Matías Rossi y dominó de principio a fin con el Renault Fluence oficial.
Pernía se tomó revancha de la largada del sábado. Esta vez con partida detenida, el Tanito movió mejor que Rossi y lo superó antes de llegar a la primera variante, maniobra que también copió Damián Fineschi y se metió tercero sobre Julián Santero.
En la segunda pasada, Pernía y Rossi estrenaron el Push to Pass, sistema que incrementa la potencia por un determinado tiempo, lo que les permitió despegarse del resto del pelotón. Agustín Canapino, en tanto, con buen ritmo, fue avanzando desde el penúltimo puesto hasta meterse entre los diez primeros en las rondas iniciales.
Con el correr de las vueltas, Pernía y Rossi se siguieron escapando en la punta, mientras que Fineschi buscaba la tercera posición que Santero recuperó. Rubens Barrichello, en tanto, aprovechó la pelea entre ambos para acercarse. Un poco más atrás, Matías Milla y Franco Vivian continuaban con la monotonía negro-amarillo y blanco-rojo, aunque Canapino se metió detrás con el Chevrolet azul y rompió esa gama de colores.
Cuando faltaba poco menos de 20 minutos, el arrecifeño pasó a Vivian y se metió séptimo, siendo una de las mayores atracciones de la competencia, porque adelante, pese a que Rossi activaba el Push to pass, no le podía recortar al Tanito, quien se encaminó hacia su 16° triunfo en la divisional.