Sébastien Ogier lidera el Rallye de Turquía a mitad de la jornada del sábado después de una titánica pelea matinal con Thierry Neuville.
Ogier, tercero ayer por la noche con su Toyota Yaris, ganó los dos primeros tramos para subir a lo más alto de la clasificación en esta quinta prueba del Campeonato del Mundo de Rallyes de la FIA. Neuville tomó revancha para ganar el tercero con su Hyundai i20, dejando el margen entre ambos en 1,6 segundos.
Las temperaturas cercanas a los 30°C y las pistas de montaña de tierra en medio de un impresionante paisaje costero cerca de Marmaris hicieron que la vida no fuera nada fácil para el dúo.
«Las diferencias son pequeñas, así que todo está aún por verse y sabiendo lo que todavía queda en este rallye, va a ser difícil», dijo Ogier.
«Estamos pilotando cerca del límite, pero cuando la sensación está ahí y puedo confiar en el coche, no veo que me arriesgue demasiado». Esta tarde será muy calurosa y dura para los neumáticos, normalmente algo que no es malo para mí».
Neuville estaba menos contento. «Tuve mejores sensaciones durante los test y esperaba que fuéramos más competitivos y que yo tuviera un mejor equilibrio con el coche y un poco más rápido. Luché con el comportamiento y, especialmente en las partes más duras, nos falta rendimiento», asegura.
La alegría de Ogier contrastaba con la decepción del campeón del mundo Ott Tänak. La defensa del título del estonio sufrió un duro golpe cuando su i20 se salió de la pista en una corta recta en el primer tramo del día de Yeşilbelde.
«Tuvimos algún tipo de problema de dirección, pero aún no sabemos qué», explica. «El coche sigue en el bosque y tenemos que esperar hasta que vuelva al parque de asistencia. No avisó, fue bastante instantáneo.»
Cuando se le preguntó sobre las consecuencias por el título, dijo: «No es positivo, así que no hay mucho que comentar».
Elfyn Evans consiguió un trío de terceros mejores cronos para pasar a la tercera posición desde el cuarto puesto con su Yaris. El galés estaba a 10,7 segundos por detrás de Neuville después de una carrera limpia y tenía 9,4 segundos sobre Sébastien Loeb.
El líder en la noche de ayer Loeb cedió hasta el cuarto puesto en Yeşilbelde después de una mala elección de neumáticos y se enfrentó a una batalla para mantener a raya al Yaris de Kalle Rovanperä. El joven finlandés luchó contra el subviraje, pero se quedó a sólo 3,7 segundos del francés de 46 años en una batalla que se extiende a lo largo de varias generaciones.
Teemu Suninen estaba casi medio minuto más atrás en el sexto lugar a la cabeza de un trío de Ford Fiesta. Esapekka Lappi y Gus Greensmith fueron los siguientes, ambos trabajando en la puesta a punto de su coche durante toda la mañana mientras se esforzaban por mejorarlo.
Lappi ablandó la suspensión después de la primera especial, pero eso hizo que su subviraje fuera más severo y que los ajustes para el tramo final hicieran más feliz al finlandés.
Pierre-Louis Loubet se paró dos veces con su i20 en la primera especial, pero se mantuvo noveno por delante de Kajetan Kajetanowicz, que lideró la categoría de apoyo del WRC 3 con su Skoda Fabia.
Los pilotos repiten las mismas tres especiales esta tarde, cuando las altas temperaturas y las pistas cortadas por el paso de la mañana harán que las condiciones sean aún más duras.
