Fórmula 1, IndyCar, resistencia… Y ahora el Dakar. Nada se le resiste a Fernando Alonso, quien está decidido a convertirse en uno de los pilotos más completos de la historia participando en un amplio abanico de competiciones. El asturiano ha tenido éxito en todas las categorías en las que ha competido, aunque su mayor reto podría estar en el horizonte.

Alonso ha participado en numerosos campeonatos de circuito, pero nunca antes se había atrevido a sumergirse en el mundo de los rallyes. Esta situación ha cambiado, pues el asturiano se ha subido a un Toyota Hiliux del Dakar en una primera toma de contacto con el rally más duro del mundo. Esta prueba se llevó a cabo en el desierto de Sudáfrica, en un entorno controlado para facilitar la adaptación de Alonso.

Parece que la denominada triple corona del automovilismo se le ha quedado pequeña a Alonso, logro para el cual solo le queda ganar las 500 Millas de Indianápolis en las que participará por segunda vez este año. Ahora, Alonso también se aventura a coquetear con el mundo del ‘off-road’ y no lo hace con vistas a participar en cualquier prueba, sino que quiere hacerlo en el Dakar.

Alonso manifestó con anterioridad su deseo de realizar “algo sin precedentes” en el mundo del automovilismo. Pocos son los pilotos de circuito que se han atrevido a probar suerte en los rallyes y el asturiano puede ser uno de esos valientes que se anime a participar en el Dakar, una prueba que año a año pone al límite físico y mental a todos los competidores que toman la salida.

Toyota confirmó que Alonso no estuvo solo en esta primera toma de contacto con los rallyes. El asturiano estuvo acompañado por Giniel de Villiers, ganador del Dakar en 2009. El sudafricano cuenta con una gran experiencia en el rally más duro del mundo y sirvió de guía a Alonso durante sus primeros kilómetros a bordo del Hilux, una experiencia que puede derivar en una futura participación en el Dakar.