Sebastian Vettel ha protagonizado una de esas carreras que le gustan: desde la Pole, controlando la carrera y consiguiendo una victoria que le permite recuperar el liderato del Mundial. El Gran Premio de Canadá se ha teñido de rojo Ferrari con el triunfo del cuatro veces campeón del mundo en el Gilles Villeneuve. Se esperaba más de Valtteri Bottas y Max Verstappen. En ningún momento pusieron nervioso a Vettel. En cuanto a los españoles, Sainz fue 8º y Alonso tuvo que abandonar por un problema en el escape.
Vettel aguantó la primera posición tras darse la salida. Verstappen traccionaba mejor que Bottas y el holandés estuvo cerca de arrebatar la segunda plaza al piloto de Mercedes. El finlandés conseguía defenderse y conseguía seguir a la estela de Vettel tras los primeros metros. Pocas curvas después, Hartley y Stroll protagonizaban un fortísimo accidente que, por fortuna, terminaba sin daños físicos para ambos pilotos. Safety Car en pista, pues había mucho trozos de coche sobre el asfalto.
Stroll se quejó de un pinchazo, lo que podría haber provocado el peligroso movimiento que dejó sin espacio a Hartley, quien llegó pasar pasar por encima del muro de hormigón. Vandoorne y Ericsson aprovechaban para pasar por boxes; sus coches habían sufrido daños.
Tras la relanzada, los tres primeros mantenía las distancias. Solo Sergio Pérez buscó el adelantamiento sobre Carlos Sainz. El mexicano se tocó levemente con el de Renault y terminó fuera de la pista. Una acción de la que aprovechó Alonso para ganar una posición. El español era 11º.
El baile de paradas no tardó en comenzar. Primero fue Esteban Ocon y, seguidamente, Nico Hülkenberg. Carlos Sainz para a la vuelta siguiente, buscando el adelantamiento de su compañero de equipo, aunque finalmente las posiciones se mantendrían.
Mucho mejor le salió la jugada a Ricciardo. El australiano consiguió salir por delante de Hamilton para pasar por el cambio de neumáticos. El piloto de Red Bull tenía ahora a tiro a su compañero Verstappen. Por delante, Vettel continuaba liderando la carrera. Del grupo de cabeza, solo faltaban por parar el alemán, Bottas y Räikkönen.
La carrera entró en un periodo estable en el que solo las paradas de los hombres de cabeza rompió el transcurso de la prueba. Primero fue Räikkönen, en la vuelta 33. Tres giros después, sería el turno de Bottas, quien necesitaba defenderse de Verstappen, pues estaba el holandés recortando tiempo. Vettel paró a la vuelta siguiente para copiar la estrategia. Carrera controlada y sencilla para el alemán; mantenía más de cinco segundos de diferencia con el piloto de Mercedes.
En la vuelta 43, Alonso tenía que abandonar la carrera. Un aparente problema en el escape obligaba al asturiano a detener su monoplaza en boxes. Aniversario aciago para el dos veces campeón del mundo en uno de los circuitos donde peores resultados ha cosechado.
