En la previa a las 24 horas de Daytona, Fernando Alonso declaró que «la clasificación fue probablemente la menos importante de mí vida hasta ahora«, teniendo en cuenta que aún quedaba una ardua competencia por delante. Y vaya que lo fue para su equipo.
En el inicio de la carrera, el español tomó muy bien el control del Ligier el cual comandó junto a Lando Norris y Phil Hanson. Se mantuvo entre los diez primeros puestos, hasta llegó a estar al frente del clasificador.
Sin embargo, una vez que Hanson heredó el volante, comenzaron a aparecer los problemas por desgaste. Una simple rotura de un neumático provocó que le auto se rompiera un poco y posteriormente debió ingresar a pit para realizar el cambio, lo cual llevó bastante tiempo. Con el pasar de las vueltas, otra goma les jugó una mala pasada.
No obstante, los inconveniente no terminaron ahí, pues los frenos empezaron a fallar de un instante a otro y el trío debió relegar algunas posiciones para poder arreglar el problema. Pese a eso, Norris se subió al Ligier Nº23 y condujo a la perfección en la última hora, logrando así arribar en el 38º puesto de la general.
Por su parte, Filipe Albuquerque, Christian Fittipaldi y Joao Barbosa hicieron una carrera aparte. Su rendimiento fue totalmente equilibrado y descomunal. Por consiguiente, cruzaron la bandera a cuadros en el primer lugar, seguido por el cuarteto conformado por Felipe Nasr, Eric Curran, Mike Conway y Stuart Middleton. El grupo de Jonathan Bennet, Colin Braun, Romain Dumas y Loic Duval completó los tres primeros.
24 HORAS DE DAYTONA