Como en cada cambio de reglamentación de motores, Ferrari, de la mano de Marchionne, se muestra disgustado.
Si hay algo tan longevo en el Gran Circo como la unión entre Fórmula 1 y Ferrari, son las amenazas de la propia Ferrari por abandonar el Gran Circo. Amenazas que, junto a positivas estrategias, en ocasiones rompiendo la unidad de negociación, le ha llevado a tener un trato privilegiado, recibiendo una suculenta cifra de dinero única y exclusivamente por ser Ferrari.
Desde la entrada de Liberty Media se ha especulado con el cambio de esas ventajas económicas en pos de una mayor igualdad en el reparto, algo que no es del agrado del equipo italiano que ha visto en los motores de 2021 el momento perfecto para echarle el primer pulso a la nueva Fórmula 1. Una primera toma de contacto con la que medir al contrario.
Sergio Marchionne ha arremetido contra la presunta estandarización de la unidad de potencia de próxima generación, la que comenzará a competir en 2021. Según explicó el italiano al término de la reunión anual en la que trata asuntos económicos, “Si no hay independencia para diferenciarse en la unidad de potencia, no será tolerable para Ferrari.”
El presidente de Ferrari prosiguió que “si no es beneficioso para Ferrari, no jugará”,amenazando con abandonar la Fórmula 1, una amenaza mil veces vista en las muy diferentes etapas del fabricante italiano, realizada por cada uno de sus presidentes. Y como bien se sabe, no hay amenaza de escisión que no se apacigüe “dialogando” con qué beneficios me vas a dar.