Un día como hoy, de 1967, Atilio Viale del Carril sufría un terrible accidente. Aquel 17 de Agosto (un día como hoy) fue una pesadilla, no solo por choque, vuelco sino por la aparición de eso tan terrible que es el fuego, que envolvió al piloto y su acompañante «Pepito» Jiménez, ambos fueron internados con grabes quemaduras, lamentablemente su acompañante perdió la vida un día después.
Atilio Viale, paso siete meses en la cama. Cuarenta operaciones.
Después contaría “Entramos al curvón, hago la típica maniobra, lo dejo ir (al auto) en el medio y cuando lo traigo para pisar la cuerda interna de nuevo, hace «fuuuiiiim», ¡se fue! Y se vino el pasto, y ahí ya se vino el alambrado, y se trabó de punta, y dimos una, dos, tres vueltas de campana, cuando cae queda apoyado sobre la puerta de «Pepito» Giménez, mi acompañante, que en ese auto iba sentado a la izquierda. Cuando el auto para, el tanque mío hizo «¡poouuu!», me bañó en nafta inflamada… En ese momento estaba con todas las luces prendidas. El casco, un Les Leston inglés, pegó en el arco de la estructura, arriba, y ni mosqueó; quedó con un «siete» bien marcado. Había mucho fuego adentro Traté de sacarme la hebilla del arnés; un arnés espectacular, ni me moví. Cuando me solté, me caí hacia adentro del auto, cuando traté de respirar sentí que me quemé todo por dentro. La puerta, en los vuelcos, se había enrollado como la tapa de una lata de sardinas con la llavecita. Con mi mano izquierda me tapaba la cara y con la derecha buscaba algún lugar por donde salir, y con esa mano detecté que en algún lugar había aire fresco, hice «tii-iniín» y por ahí me tiré”
No me pregunten cómo hice Solo sé que salí de ahí. Estaba totalmente prendido fuego.
Ese es el terrible testimonio del piloto que logro salir con vida, pero que le quedaron secuelas en su cuerpo para el resto de su vida.
Fuente: Guillermo «Tuerquita» Blanco