Fue un 12 de Abril como hoy, pero de 1964, el TC se presentaba en el autodromo de Buenos Aires, se corrieron tres series y una final, la primera serie fue para Angel Pena, la 2da. para Cupeiro con el Chevrolet y la 3ra. para Carmelo Galbato, la Final fue para Fernado Piersanti con el “Tractor” de Eduardo “Tuqui” Casa, entre las tradicionales cupesitas se destacaba un auto compacto, blanco, con el Nº 13 en sus laterales, la única publicidad que lucia se refería a «Froilán González” el piloto era Jorge Cupeiro, el auto parecía un Chevrolet 400 de dos puertas, la realidad que el Chevytú (como se lo bautizaría) era un Chevrolet Nova de origen Americano, que fue importado por José Froilan González para hacerlo participar en el TC, se preparo y se adecuo en nuestro país sin nafta ni tripulación pesaba 1279 kilogramos, por lo que había que lastrarlo para que llegara al peso mínimo de la categoría, los trabajos de carrocería, La motorización estuvo a cargo de los hermanos Aldo y Reinaldo Bellavigna, colaborando en la preparación, Gabino Puelles, Jorge Daré, Rial y Carlos Cabrera.
El motor era de el clásico 6 cilindros, 7 bancadas en línea de nueva generación de 3880 cc de cilindrada y una relación de compresión de 9,5:1 y la potencia que de origen de fabrica era de 140 HP fue llevada a 230 HP según los bancos de pruebas de la época. El cigüeñal tenía tratamiento térmico De Milo. Empleaba pistones de aleación liviana nacionales marca Silycum. Las bielas y sus cojinetes eran Chevrolet y el árbol de levas fabricado en los talleres de los hermanos Montal. Las válvulas eran Frezia nacionales con dos resortes cada una. El sistema de alimentación estaba dotado por tres carburadores Weber de doble cuerpo y 45mm de garganta y luego 48 mm -únicos elementos importados- que eran abastecidos por dos bombas de combustible, una eléctrica y otra mecánica, que chupaban de dos tanques de 100 litros cada uno, luego modificados para dar una capacidad de 320 litros. El sistema de encendido era con distribuidor Chevrolet asistido con un equipo transistorizado marca Alligator de origen nacional y bujías Champion.
La lubricación era por carter seco con doble bomba, deposito extra para 25 litros de aceite y radiador para refrigerarlo. La refrigeración del motor contaba con un tanque de reserva de 25 litros de agua que ingresaba al circuito mediante una bomba eléctrica.
El embrague era monodisco seco y la caja de velocidades Corvette de cuatro marchas. Otra de las grandes novedades que introdujo este automóvil era el equipo de frenos delantero a disco Discofren, mientras que el trasero seguía siendo la tradicional a campana. Ellos se convirtieron luego, en todos a disco Tem-Lucas.
Las suspensiones seguían su concepción original, pero tenían reforzados los elásticos Uniflex para adaptarse a los difíciles trazados por los que transitaba la categoría. Llevaba además un amortiguador hidráulico Daher-Boge de competición por rueda cuya evolución fue, dos por rueda y doble resorte helicoidal en el tren delantero.
El diferencial elegido fue de Pick Up Chevrolet por la forataleza de palieres, corona y piñón.
La dirección era la original del auto. Las llantas eran angostas originales, usando luego las Travesaro y mas tarde las Bimetal, con neumáticos Cinturato Pirelli. Se colocaron nuevas butacas y plexiglass en reemplazo de los vidrios originales.
José Froilan González tenía la idea de que el futuro de la máxima categoría del automovilismo argentino eran los autos compactos. Fue así que el Chevitú se presentó por primera vez el día 12 de abril de 1964, en una competencia disputada en el Autódromo de Buenos Aires. Su piloto Jorge Cupeiro, con un triunfo en la serie y un abandono en la final como resultados, el éxito no tardo en llegar.
En aquella primera presentación el Chevitú corrió casi standard, con ruedas frenos y suspensión de fábrica.
Para la segunda, con la gente de Discofren se adaptaron los frenos a disco adelante, pero hubo que desarrollarlos.
Fuente: Guillermo «Tuerquita» Blanco