Dos semanas después del éxito italiano en Malasia, toca ver si los hombres que dirige Maurizio Arrivabene serán capaces de refrendar su nivel de rendimiento en un circuito de claros contrastes. Durante el 80% del tiempo por vuelta, los pilotos rodarán en curva, pero el ‘tilkódromo’ de Shanghái presenta la recta más larga de la temporada, con 1,17 kilómetros de longitud entre las curvas 13 y 14. Cabría esperar que Mercedes vuelva a tomar el control de la situación, pero los estrategas de Ferrari y Sebastian Vettel ya dieron un puñetazo sobre la mesa en la segunda cita del calendario. Un aviso que Toto Wolff no ha querido obviar.
La presencia de la larga recta incitaría a una configuración de baja carga aerodinámica, pero el enrevesado sector intermedio y la complicada curva 1, enlazada con las tres siguientes creando el símbolo del Yin y el Yang, obligarán a tener también un monoplaza altamente eficiente en el paso por curva y su salida. Williams ha anunciado varias mejoras en su FW-37 para este fin de semana, tras el fracaso de Malasia. En la escudería británica esperan poder remontar el vuelo y confían en rendir notablemente en un trazado «que se asemeja al de Barcelona en sus exigencias».
Con temperaturas suaves y escasas probabilidades de que llueva en la ciudad del este de China hasta última hora de la carrera, queda abierta la segunda incógnita de estas alturas de temporada: ¿Quién está detrás de Mercedes y Ferrari? Williams quiere recuperar el terreno perdido, pero el empuje de Toro Rosso desde el comienzo de temporada abre el abanico. Lotus debe comenzar a brillar con luz propia si quieren volver a los puestos de lucha por el podio tras el gran trabajo invernal. La llegada del propulsor Mercedes aún no ha sido aprovechada por los de Federico Gastaldi.
Y más allá, Red Bull sufre con su integración del motor Renault; Force India no llevará actualizaciones de su tardío monoplaza hasta Austria y Sauber espera poder evitar mayores novatadas de sus pilotos tras el GP de Malasia. McLaren tratará de seguir exprimiendo sus mejoras carrera a carrera, aunque avisan de que en China no se verá el rendimiento que tuvieron en Sepang.
Un total de 56 vueltas, para recorrer 305,066 kilómetros, se completarán este domingo al circuito de Shanghai, estrenado en 2004 en la Fórmula 1, con sus 5.451 metros en el sentido de las agujas del reloj. Trazado diseñado por Hermann Tilke, estrenado por todo lo alto por Rubens Barrichello y donde sólo Lewis Hamilton y Fernando Alonso han conseguido repetir victoria…
LA ESTRATEGIA
Las previsiones anuncian posibles precipitaciones ligeras en la tarde del domingo, pero, de inicio, la clave del GP de China estará en ver cómo gestionan los equipos las bajas temperaturas que se esperan. Pirelli lleva sus compuestos blando (amarillo) y medio (blanco), entre los que espera que haya una diferencia por vuelta de 1,2 a 1,4 segundos. El ‘graining’ podría hacer acto de presencia en los neumáticos italianos dada la frialdad que registrará el asfalto, en comparación con otras citas.
Desde la compañía italiana esperan una estrategia a dos paradas, similar a la que le dio la victoria a Lewis Hamilton en 2014. Por su parte, el Safety Car tiene un 43% de probabilidades de entrar en acción. El buen rendimiento y la óptima gestión de los neumáticos delanteros marcarán la clave estratégica en China. La frenada de la curva 14, a derechas, marca el punto clave de adelantamiento, tras llegar a unos 320km/h.
Las dos zonas de DRS estarán situadas en la corta recta que separa las curvas 14 y 15 y en la recta de meta que lleva hasta la curva 1, la del Yin y el Yang. El consumo de combustible por vuelta no debería ser un problema, ya que es similar al de Malasia, con 1,7 kilogramos de media. Los pilotos tendrán que cambiar de marchas 51 veces por vuelta y 2.856 durante toda la carrera del domingo.
Sin duda, los 380 metros de distancia hasta la primera curva ofrecerán un inicio ajustado, sobre todo una vez lleguen al ‘embudo’ de la curva 2. La complejidad del circuito reside, principalmente, en lograr un buen ‘set-up’ que no te lastre en las dos largas rectas y que haga del monoplaza un vehículo eficiente en el paso y la salida de las curvas. La tracción de las Pirelli traseras será fundamental este fin de semana en tierras chinas.
LAS ESTADÍSTICAS
Lewis Hamilton y Fernando Alonso han sido los únicos pilotos en repetir victoria en el moderno trazado chino. El británico lo logró en 2008 -año de su primer título- y en 2011 con la escudería McLaren y en 2014 con Mercedes. Por su parte, el asturiano lo hizo en 2005 con Renault y en 2013 con Ferrari. Precisamente, es la escudería italiana la que más victorias atesora (4) frente a McLaren (3). Mercedes es el mejor motorista con cinco primeros cajones del podio.
Quien arranca primero ha ganado el 54% de las ocasiones, con solo dos victorias más allá de las dos primeras filas de parrilla. Y en pole positions, Hamilton se erige más dominador: cuatro frente a las tres de Sebastian Vettel y las dos de Alonso. En este apartado, los motores Renault y Mercedes empatan con cinco primeros cajones de salida. El duelo Alonso-Hamilton parece imposible de celebrarse, pero Mercedes podría igualar este fin de semana a McLaren en victorias en China.
EN 2014…
Lewis Hamilton sumaba su tercera victoria consecutiva -Bahréin fue antes del GP de China- y Mercedes igualaba un récord que databa de los todopoderosos Ferrari de 2004: tres dobletes consecutivos en la Fórmula 1. Fernando Alonso arrancó notablemente y al desplazarse hacia la zona central se tocó con un Felipe Massa demasiado agresivo en los primeros metros, que ya se veía superando a Nico Rosberg.
La estrategia de Ferrari era extremadamente acertada y Alonso superaba a Sebastian Vettel, en la segunda posición, tras su primer cambio a las medias de Pirelli. Pero el ritmo devastador que Nico Rosberg lograba ir imponiendo tras unos primeros metros erráticos, le colocaba en la zaga del tetracampeón del mundo antes de llegar al ecuador de la prueba. Ricciardo trataba de seguir el ritmo de la flecha plateada para situarse tras su ‘líder de filas’.
Vettel discutía la estrategia por radio antes de que el joven australiano lo superara. Hasta Kobayashi llegó a desdoblarse a los mandos de un Caterham del piloto germano de Red Bull en una maniobra disparatada. El gran ritmo de Rosberg impidió que el F14-T de Alonso le plantara batalla en la segunda mitad de la carrera, tras las dos paradas planificadas. No obstante, Fernando Alonso resistió el rugido del RB10 de Daniel Ricciardo, que llegaba recortándole distancias a falta de diez vueltas para la bandera a cuadros. La carrera terminó dos vueltas antes de lo previsto porque una de las autoridades chinas agitó la bandera a cuadros previamente de manera inesperada. Hamilton igualaba el número de victorias de Niki Lauda en un fin de semana para el recuerdo.