Se bajó del coche, vestido de rojo. En el box empezaron a sonar los aplausos, y así, entre vítores primero y micrófonos después, cerró Sebastian Vettel su primer test oficial con el equipo Ferrari. Al menos en su parte más pública, antes de sentarse con los ingenieros y analizar los detalles de su trabajo y el verdadero rendimiento del SF15-T. Hoy casi termina con más vueltas que nadie, pero se ha quedado a tres de Lewis Hamilton, el Campeón del Mundo, detenido por un problema técnico a falta de tres horas para el final de la jornada. Claro que el problema del W06 Hybrid ha llegado después de completar 248 inmaculadas vueltas en un día y medio, y de lanzar un mensaje para rivales y comparsas: Mercedes no se ha ido.
Tampoco se ha ido McLaren, aunque han estado desaparecidos la mayor parte del día. El MP4-30, hoy con Jenson Button al volante, se ha enrocado en las seis vueltas por día, así que el británico ha tenido que conformarse con un lentísimo giro cronometrado y cinco más de instalación o lanzamiento, muy lejos de las 60 vueltas que vaticinó ayer Éric Boullier. En los mentideros se dice que los problemas electrónicos de ayer no se han solucionado y que, además, también el turbo ha fallado. La nota positiva: a última hora, Button ha asomado de nuevo el ribete rojo del frontal de su montura para comprobar que el trabajo del equipo había servido para algo, un último giro de instalación en el que Honda ha conseguido ponerle una melodía algo más armónica a su novísimo propulsor. Esta noche llegarán nuevas piezas al circuito y mañana será el primer punto de set para McLaren: la preocupación crecerá notablemente si no empiezan a rodar pronto con una mínima normalidad.
Daniil Kvyat ha sido otro de los grandes protagonistas de la jornada. El piloto ruso ascendido al equipo Red Bull ha cometido un error en la curva 3 a primera hora de la mañana, se ha salido a la grava y ha roto uno de los soportes que sostienen el alerón delantero de su RB11 fijado al morro. Sería un problema insustancial en cualquier momento de la temporada, pero no en el primer test, ya que el equipo no disponía de un solo repuesto de ese frontal, ni cualquier otra versión del alerón que pudiera acoplarse al nuevo monoplaza. Como consecuencia, y quién sabe si como castigo, el equipo ha decidido sacarle a pista sin la pieza rota, en una imagen inédita en la F1 desde que desaparecieron los ‘wing cars’ en 1982. Obviamente, el joven ruso no ha sido más que una chicane móvil en el circuito, ya que conducir por encima de los 100 kilómetros/hora con un coche sin alerón delantero se considera peligroso hasta en el protocolo de seguridad de los equipos. Ocho vueltas de instalación, con el correspondiente ensayo de salida, ha sido el balance para Kvyat, que en la práctica ha perdido el día entero de pruebas, hasta que llegue esta noche el alerón correspondiente desde Milton Keynes.
La ‘aventura’ de Kvyat ha terminado cuando una nube negra ha empezado a descargar lluvia, primero tímidamente y luego con más fuerza, y ha dejado la pista idónea para neumáticos intermedios. Ante la perspectiva de aquaplaning, Daniil se ha quedado en box, y de allí han emergido los debutantes Nasr y Verstappen, hambrientos de pruebas en circunstancias complicadas, acompañados por el flamante líder Sebastian Vettel y, durante un par de minutos, por el McLaren de Button.
También merece mención el trabajo de Lotus que, por encima de sus propias previsiones, han puesto en pista el Lotus E23 a las 10:20 de la mañana. Pastor Maldonado ha sido el encargado del bautizo, y ha terminado el día con unas respetables 41 vueltas, si bien con tiempos muy discretos. Un segundo y medio más rápido, aunque sólo una posición por delante, encontramos a Max Verstappen con un excelente rodaje y el aprendizaje de haber realizado una tanda larga en la que ha podido comprender el neumático Pirelli con mayor profundidad de lo que pudo experimentar en los entrenamientos libres de 2014. No será una experiencia definitiva, porque las temperaturas de hoy, con máximas de 12 grados centígrados y el asfalto con valores muy similares, no corresponden con las que se vivirán en los Grandes Premios.
Valtteri Bottas, con su discreto Williams FW37 –lo es pese a la mayor presencia de Martini en la decoración del coche– ha completado una jornada anónima pero productiva. El año pasado, los de Grove no se demostraron claramente como punteros hasta los test de Bahréin, y los tiempos de estas primeras jornadas dicen muy poco del potencial verdadero de los coches, así que mejor aplicar la cautela con la última creación de Pat Symonds.
