Sin embargo, fue Toyota quien mejor comenzó la prueba, imponiendo un dominio impresionante a lo largo de la mañana. La referencia la marcó, en gran medida, Kalle Rovanperä, que se llevó la primera especial, mientras que Thierry Neuville vivió «un comienzo difícil» al final de lo que fue el tramo más largo del bucle.

La SS2 fue un contraste impresionante, con un comienzo con niebla que dificultó la visibilidad y humedeció el asfalto. Pero, en la segunda parte del recorrido, los Rally1 se encontraron con un sol radiante. En estas condiciones, fue una vez más Rovanperä quien quedó en cabeza, llevándose el scratch por delante de Ogier.

En el tercer tramo, la lucha entre el multicampeón francés y Elfyn Evans seguía siendo muy reñida, pero Kalle Rovanperä continuó su huida hacia delante en solitario y se adjudicó su tercer mejor tiempo consecutivo con una ventaja de dos segundos sobre su rival más cercano, aunque consideró que esta última especial no había sido la más satisfactoria a nivel personal.

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Thierry Neuville, que se había quedado rezagado, tenía problemas claros, pero no quiso decir si su falta de rendimiento se debía a su puesta a punto o a otra cosa. «Sinceramente, no funciona», se limitó a decir, constatando los daños sufridos en la tabla de tiempos. «No puedo tomar ninguna trayectoria. Nada funciona».

Víctima de los mismos problemas, Ott Tänak no se mostró mucho más tranquilizador. «Es un problema general que estamos teniendo. Los ingenieros no tienen ni idea de lo que está pasando», espetó el estonio.

En la clasificación general, Kalle Rovanperä es el líder con una ventaja ya muy interesante de 17.8 segundos sobre Sébastien Ogier, y 20.2 sobre Elfyn Evans. Adrien Fourmaux, a las puertas del podio, es el piloto de Hyundai mejor situado, pero ya a más de treinta segundos, y sólo dos décimas por delante de Sami Pajari.