Haas acertó en la estrategia inicial, pero no la supieron aprovechar

La lluvia de los momentos previos puso pimienta extra a la salida. Todos los pilotos optaron por el neumático intermedio, salvo los Haas, que empezaron con los neumáticos de lluvia extrema. Esa jugada les salió perfecta, ya que el estado de la pista les benefició en los primeros giros. Kevin Magnussen logró escalar a la cuarta plaza, y Nico Hülkenberg hasta la séptima. Sin embargo, a medida que los coches secaban el asfalto, su superioridad caía cada vez más, hasta que tuvieron que cambiar a intermedios en la vuelta 8, en el caso de Magnussen, y en la 12, en el caso de Hülkenberg.

El sol de Montreal agilizaba las tareas del secado, y se comenzaba a esbozar un carril seco. No obstante, la amenaza de lluvia seguía presente. Con un sector totalmente para secos, la mancha de agua del radar se intensificaba, mientras Verstappen cometía un error en plena persecución a George Russell, y vio como Lando Norris se pegaba a su rebufo. El británico aprovechó la habilitación del DRS en la vuelta 19 para adelantar no solo al neerlandés, sino también a su compatriota George Russell para liderar el Gran Premio de Canadá. En esa misma acción, Russell cometió un error que le hizo perder posición también con Verstappen. Los McLaren funcionaban muy bien bajo estas condiciones, ya que Norris se escapó a 5 segundos de Verstappen, y Piastri comenzaba a acechar a Russell.

Ferrari volvió a las andadas

La carrera dio otro vuelco con el Coche de Seguridad tras un accidente de Logan Sargeant en la curva 4. Verstappen, Russell y Piastri pararon justo en el Coche de Seguridad a poner intermedios nuevos; no así Norris, que lo hacía una vuelta más tarde, lo que le hizo perder posición con Verstappen, nuevo líder, y Russell. También perdió posición Fernando Alonso, que entró junto a Lewis Hamilton, pero una parada lenta le hizo salir detrás del británico. Este parón en la carrera la lluvia se acercaba peligrosamente.

En Ferrari hacían caso omiso de la amenaza, y tras montar un segundo juego de intermedios a Leclerc, optaron por montar neumáticos duros. Apuesta que salió mal, ya que, con la carrera relanzada, la lluvia hacía acto de presencia en el Circuit Gilles-Villeneuve. Ferrari tuvo que ponerle los intermedios de nuevo al monegasco. No estaba siendo una carrera fácil para los italianos, ya que Carlos Sainz perdía parte del alerón delantero tras un toque con Valtteri Bottas.

La llamada adecuada

Tras el breve paso de la lluvia, de nuevo los equipos entraban en la tesitura de cuál sería el mejor momento para poner neumáticos de seco. Pese a la formación del carril seco, el exterior seguía húmedo, lo que podría comprometer la carrera de los pilotos en caso de intentar adelantar. El top-5, compuesto por Max Verstappen, los dos McLaren y los dos Mercedes, rodaban muy compactos, en una diferencia de cinco segundos, pero sin hostilidades. El DRS se volvió a habilitar en la vuelta 40, y daba vía libre a los ataques arriba.

Pero los ataques vinieron en forma de estrategia. La parada de Gasly para poner neumáticos duros en la vuelta 41 dio pistoletazo de salida a la locura en el pit-lane. Hamilton fue el primero de cabeza en parar en la vuelta 44, junto a él lo hizo Carlos Sainz. Piastri paró en la 45, saliendo delante de Hamilton, por lo que McLaren observó que aguantar un poco más les podría dar ventaja ante un Verstappen que paraba en la vuelta 46 junto a Russell. Norris apretó los dientes para sacar una ventaja suficiente, pero, tras su parada en la vuelta 48, la zona húmeda de la salida de boxes le hizo perder posición con Verstappen.

Un error que cuesta caro

La situación del trazado canadiense era muy delicada, y un pequeño error te hacía salirte a la zona mojada. Norris y Russell fueron víctimas de sendos errores que aprovecharon para adelantarse mutuamente. Pero la carrera estaba por tomar un cariz más loco. Primero, Checo trompeaba en la curva 6 al tocar la zona húmeda, yendo hasta el muro y rompiendo el alerón trasero; poco después, en ese mismo punto, Carlos Sainz también trompeaba y golpeaba a Alex Albon, abandonando ambos. Coche de Seguridad de nuevo, y los Mercedes que pusieron neumáticos nuevos: medios para Russell, duros para Hamilton.

La carrera se relanzó de nuevo a falta de doce vueltas. Los Mercedes, con neumáticos nuevos, hicieron intentar valer su superioridad para zafarse de los McLaren. Primero Russell trató de adelantar a Piastri, pero ambos se tocaron levemente, y el británico tuvo que tomar la escapatoria perdiendo posición con un Hamilton que, a la primera de cambio, no perdonó ante Piastri. El australiano tuvo que ceder también ante Russell, y se dirigían a por Norris, no sin antes pelear entre ellos. El joven George arrancó las pegatinas al veterano Lewis a dos vueltas del final, y regresó a la posición de podio perdida. Verstappen, ajeno a todo, lograba su tercera victoria consecutiva en Montreal, seguido de Lando Norris y George Russell.

Verstappen aumenta de nuevo su liderato en el Mundial. El neerlandés acumula ya 194 puntos, por delante de Leclerc con 138, a 54, y de Norris, que se acerca peligrosamente al monegasco con 131. Red Bull también se escapa en el Mundial de Constructores, pero solo de Ferrari. Los austríacos suman 276 puntos, ante los 252 de Ferrari y los 184 de McLaren, que recortan 3 a los líderes y 28 a los italianos.