A 6’50», Giniel de Villiers también puede sentirse orgulloso de la jornada de hoy. El sudafricano ha logrado pulverizar los tres minutos que lo separaban de Nasser Al-Attiyah. Las cuentas le han salido perfectas a De Villiers, que de esta manera impide que el piloto de Mini se relaje; por su parte, el catarí confesaba en la meta que el mal de altura le había jugado una mala pasada y que se había visto obligado a detenerse en varias ocasiones a lo largo de la especial. Muy rápido desde el principio, Stéphane Peterhansel acaba la etapa en un decepcionante 8º puesto, a diez minutos del vencedor y cinco segundos por delante de Robby Gordon.
En camiones, Aleš Loprais ha rubricado su mejor actuación desde el comienzo del rally y ha dominado con mano firme la séptima etapa, con una ventaja de más de cinco minutos sobre Gerard de Rooy al volante de su Man. Esta proeza le ha valido remontar hasta el cuarto escalón de la clasificación general, en la que los contratiempos sufridos por Eduard Nikolaev han hecho estragos. Su compañero de equipo en Kamaz, Airat Mardeev, sexto en Iquique, ha aprovechado la situación para hacerse con las riendas del rally.