El británico fue el más rápido por delante de Yuki Tsunoda y de Esteban Ocon, lo que da buena muestra de lo que sirvió esta segunda tanda en la que Pirelli probó con prototipos de 2023. Charles Leclerc, protagonista negativo con un accidente.
Por tercer Gran Premio consecutivo, Pirelli decidió sustraer el espectáculo a los fans con una nueva prueba de neumáticos para 2023 que impidió que se viera algo mínimamente útil para el resto del GP de México. En estas condiciones, y sin nadie buscando tiempo rápido sino darle datos al suministrador de ruedas, el más rápido fue George Russell por delante de Yuki Tsunoda y Esteban Ocon. Ni los Red Bull n los Ferrari buscaron un buen crono, aunque tampoco podían al estar a las órdenes del fabricante italiano de cauchos.
Uno de los grandes problemas que tiene este circuito, y no es nuevo, es la falta de adherencia. Muchos pilotos sufrieron problemas para mantener su coche en la trazada correcta, y aunque casi todos lo salvaron con una cruzada y poco más, no fue el caso de Charles Leclerc.
El monegasco se fue al muro cuando afrontaba el Foro Sol, y no solo destrozó sus opciones, sino también las de Pirelli, que quería aprovechar la hora y media para hacer los ensayos previstos.
El parón hasta que arreglaron las protecciones hizo que la sesión se volviera aún más anodina, hasta el punto de que algunos pilotos intentaron divertirse forzando los límites de sus monoplazas. Fue lo que hizo Fernando Alonso, que buscó así comprobar los límites de adherencia de los prototipos de Pirelli para 2023.
Por lo demás, poca o ninguna conclusión útil de unos libres que, para más inri, acabaron con una cierta amenaza de lluvia con unos nubarrones muy negros. Especialmente para Guanyu Zhou, que tuvo un fallo hidráulico que le obligó a abandonar en plena pista.
