La carrera estuvo marcada por las más de dos horas de bandera roja y, sobre todo, el incidente de la grúa y la investigación sobre Pierre Gasly. Sainz se estrelló antes del parón y Alonso acabó en una 7ª posición más que suficiente. El lío de la resolución final, fue aún más esperpéntico.
La celebración de Max Verstappen como bicampeón del mundo de Fórmula 1 fue el resumen de cómo se resolvió la carrera. El neerlandés ganó el GP de Japón más largo de los últimos años con autoridad y entró.por delante de Charles Leclerc y de Sergio Pérez, que lucharon por el segundo puesto hasta la misma llegada y con polémica incluida por cómo el monegasco se defendió del mexicano.
La investigación sobre el de Ferrari fue clave, ya que le sancionaron y le hicieron caer a la tercera aplaza. El doblete de Red Bull, pese a que la carrera no se disputó sobre toda la distancia, permitió que el neerlandés fuese proclamado campeón: el matiz es que la normativa establece que, al no haberse suspendido la carrera, se repartieron todos los puntos.
Las más de dos horas de bandera roja por la lluvia y el lío de la grúa con Pierre Gasly marcaron el devenir de un Gran Premio que se resolvió por tiempo con el límite de tres horas y no por vueltas.
Los españoles, cruz y menos cruz: Sainz abandonó a las primeras de cambio por un accidente y Alonso acabó 7º por apenas 11 milésimas.
Max Verstappen, en el GP de JapónRed Bull Content Pool
Salida: El agua provoca el caos y la FIA queda retratada
Aunque inicialmente parecía que la salida había sido calmada, la lluvia se encargó de recordar que este GP de Japón iba a ser largo y complicado. Todos salieron con neumáticos intermedios, un alarde de optimismo que pagaron caro.
Max Verstappen tiró de valentía para sostener la primera posición cuando Charles Leclerc había salido mejor, mientras por detrás ‘Checo’ Pérez le ganaba la posición a Carlos Sainz. Por detrás, Fernando Alonso y Lewis Hamilton se las tenían de todos los colores por el 6º, cuando por delante el agua provocó el caos.
Un toque de Vettel con Alonso antes de la curva 1, un trompo de Zhou, una rotura de Albon y, sobre todo, un accidente de Sainz por culpa del aquaplanning obligaron a la FIA a desplegar el coche de seguridad, primero, y la bandera roja después que paralizó la carrera.
Comenzó así un parón largo hasta que la pista estuviera en mejores condiciones.
El incidente de la grúa y el enfado de Gasly
En este proceso, un momento gravísimo que dejó ver Pierre Gasly. Mientras todos los pilotos se ponían detrás del coche de seguridad, la FIA ya había hecho que saliera la grúa a pista, lo que hizo que los pilotos se la encontraran de frente.
Ante el enfado del piloto, la Federación replicó que el piloto iba a más de 200 km/h en ese punto antes de la bandera roja. Se sigue explicando muy mal que la grúa estuviera en pista aún con los Fórmula 1 rodando, especialmente con el recuerdo del accidente que le costó la vida a Jules Bianchi.
Dos horas y 7 minutos después, se reanuda la carrera
Después de que varios pilotos pidiesen acción, con Lewis Hamilton al frente, la FIA decidió reanudar la carrera. Ya no se iban a dar todas las vueltas previstas en cualquier caso, pero sí pudieron salir tras el coche de seguridad.
El debate se centró entonces en ver cuántas vueltas se podían dar. Los pilotos empezaron a expresar su opinión sobre si se podía rodar, si había visibilidad suficiente y, después de dos vueltas tras el coche de seguridad, se hizo la salida de nuevo.
Lo surrealista fue que, en seguida, la pista estuvo en condiciones de jugársela con intermedios. Vettel y Latifi fueron los primeros en colocar las ruedas verdes: no tenían mucho que perder y todo por ganar, como quedó demostrado en breve. A continuación siguieron los demás: tres vueltas duraron en pista los neumáticos de lluvia extrema y el alemán de Aston Martin y el canadiense de Williams se vieron 6º y 8º respectivamente.
Por delante, Verstappen empezó a tirar consciente de que tenía aún opciones matemáticas pero ya sin depender de él. Tenía que ganar y que Leclerc cayese del podio, dado que no se iban a repartir todos los puntos. Ante la duda, no lo dudó: apretar al máximo, lo que hizo que la diferencia con el de Ferrari, con serios problemas para mantener el ritmo.
Las peleas de Ocon y Hamilton, Alonso y la remontada…
Conforme la pista se mantenía rodando, el interés de la carrera se centró en dos batallas. Por un lado, la intensa defensa de Ocon sobre Hamilton por el 4º. El francés desesperó al británico mientras por detrás, la lucha entre Vettel y Alonso vio cómo tenía a Russell de invitado.
El gran ritmo del de Mercedes hizo que en Alpine se la jugaran con una nueva parada a falta de 8 minutos para el final, obligando a Alonso a remontar. La jugada le salió mediobien, ya que el español llegó al último minuto a rueda de Russell en la lucha por el 7º puesto.
Por delante, el sufrimiento de Leclerc para mantenerse en pista con unos neumáticos muy desgastados dio alas a Pérez para pelearle la segunda posición, pero el monegasco se defendió de manera ilegal y acabó siendo sancionado.
No se vio en directo, pero la lucha por el 6º puesto se resolvió sobre la misma línea de meta. Vettel se impuso a Alonso por solo 11 milésimas.
La celebración caótica del final
Los cinco segundos que le endosaron a Leclerc le hizo caer de la 2ª a la 3ª posición, lo que provocó un lío esperpéntico. Si se daba la carrera completada en su totalidad y se repartían todos los puntos, algo que según su normativa no podía ser, Verstappen sí era campeón. Parecía que la FOM se había equivocado… pero no.
La sanción a Leclerc de 5 segundos y la interpretación de la norma hizo que la celebración fuese totalmente anticlimática, ya que la FIA dio por completada la carrera (aunque no se dieron todas las vueltas) y no suspendida. Ni el propio Verstappen lo supo bien.
Al final, aunque la explicación quedó un poco de aquella manera, Verstappen fue proclamado campeón del mundo de Fórmula 1 el día que llegaba a las 32 victorias. Era cuestión de tiempo.
TABLA DE TIEMPOS CARRERA GRAN PREMIO DE JAPÓN
La Fórmula 1 volverá a la acción en dos semanas para la visita a Austin con el GP de Estados Unidos. Previsiblemente será un GP mucho más tranquilo.