Así será el show de un auto de la IndyCar en la Argentina y con Agustín Canapino al volante
Luego de 51 años un coche de la categoría estadounidense volverá a acelerar en el país. Los detalles del plan para intentar que haya una fecha en 2024. Además, el arrecifeño participará de una prueba comunitaria en Sebring
El mes próximo se producirá un hecho histórico ya que después de 51 años un auto de la IndyCar volverá a girar en un autódromo argentino. Serán dos eventos en Buenos Aires y Termas de Río Hondo, en Santiago del Estero. Se trata de un monoposto Dallara del equipo del bonaerense Ricardo Juncos y el coche lo manejará el arrecifeño Agustín Canapino. Pero detrás de la movida hay una historia que busca traer a la categoría estadounidense por segunda vez al país, luego de las míticas 300 Millas de Rafaela en 1971.
La escudería Juncos Hollinger Racing es propiedad de Juncos y participa en diversas categorías en Norteamérica. Arrancó en el karting y tuvo base en La Florida. Luego llegó al mundo de la IndyCar y arrancó en sus categorías menores, primero se instaló en la Indy Pro 2000, luego en la Indy Lights y más tarde se mudó a un taller en Indianápolis, cerca del legendario circuito, para preparar su salto a la IndyCar, donde debutó en las 500 Millas de Indianápolis de 2017. Tras su asociación con Brad Hollinger, el team regresó para las últimas fechas de 2021 y esta temporada participan de forma completa con el piloto inglés Callum Ilott.
Canapino corrió para el equipo de Juncos en las 24 Horas de Daytona en enero de 2019 con prototipo Cadillac y resultó trigésimo. A pesar de algunos inconvenientes lógicos por el debut de la escuadra en la clásica carrera de larga duración, y de la adaptación del piloto al ambiente (auto, circuito y tipo de carrera), la gente de General Motors (GM) quedó conforme con la labor del arrecifeño, quien es uno de los pilotos referentes de Chevrolet en la Argentina ya que siempre corrió con esa marca en el Turismo Carretera (cuatro títulos) y desde 2016 regresó al equipo oficial en el TC 2000 con el que sigue participando y consiguió dos campeonatos. Cabe recordar que GM es uno de los dos proveedores de motores de la IndyCar (el otro es Honda) y uno de sus clientes es la escudería de Juncos.
Agustín Canapino se probó la butaca del Dallara de IndyCar del equipo Juncos Hollinger Racing (@juncosracing)
Tanto el corredor como el team manager forjaron una gran relación y siempre estuvo la intención de volver a competir juntos, pero las complicaciones por la pandemia de COVID-19 y la falta de presupuesto lo impidieron. Pasó el tiempo y comenzaron las negociaciones para poder retomar la iniciativa y Juncos buscó matar dos pájaros de un tiro: uno de sus grandes anhelos -quizá el más grande- que es tener un argentino en su equipo de IndyCar, y el segundo, conseguir que la categoría regrese al país.
Un mes después de aquella carrera en Daytona de 2019, Juncos reflotó una gestión iniciada en 2018, para que haya una fecha en el Autódromo El Villicum de San Juan y en su momento el gobernador Sergio Uñac mostró su interés e incluso hubo reuniones, pero el tema luego no prosperó.
Este año surgió el interés de otra provincia, Santiago del Estero y el propio gobernador Gerardo Zamora presenció las 500 Millas de Indianápolis. Allí el mandatario se reunió con su par del estado de Indiana, Eric Holcomb. El encuentro fue promovido por Juncos. Cabe recordar que el Autódromo de Termas de Río Hondo recibe desde 2014 al MotoGP y es el mejor de la Argentina seguido por el de El Villicum, considerando sus instalaciones, estado de la pista y medidas de seguridad. “Tengo la esperanza de que la legendaria competencia que, desde Indianápolis, llegó para participar en Argentina (Rafaela) hace más de 50 años, pueda regresar, con el circuito internacional de Termas de Río Hondo”, contó Zamora en esa oportunidad. Allí lo acompañó el Secretario Ejecutivo del Inprotur (Instituto Nacional de Promoción Turística), Ricardo Sosa, quien también trabajó en el gobierno santiagueño.
El primer contacto personal con el mandatario santiagueño fue positivo y dejó la puerta abierta para futuros encuentros. Fue así que Juncos se contactó con Canapino para que maneje uno de sus autos de IndyCar y el piloto de 32 años viajó hace dos semanas a los Estados Unidos para probarse la butaca.
Infobae pudo saber que se consiguieron los sponsors para poder montar el show y uno de los principales apoyos llegó de parte de una conocida empresa de seguros ligada al automovilismo. Pero antes, el miércoles 12 de octubre, Agustín participará de una prueba comunitaria de la categoría en el Autódromo de Sebring, en La Florida. Luego el monoposto estará en el Autódromo de Buenos Aires el fin de semana del 4, 5 y 6 de noviembre junto a la undécima y penúltima fecha del Turismo Nacional (TN), una de las principales categorías del país, que llevará a cabo una carrera especial con corredores invitados denominada la “Carrera de los 200 Pilotos”, ya que habrá 100 participantes en cada clase, la 2 y la 3, donde suelen haber 50 autos por divisional. Canapino es invitado por Manuel Mallo para compartir el Chevrolet Cruze del equipo M3 Sport Race de la Clase 3.
En esa carrera del TN se espera un gran marco de público y la idea es seducir a la IndyCar, con el objetivo de transmitirles la pasión con la que se vive el automovilismo y lo que genera un piloto local como representante de la categoría. Luego, el miércoles 9 de noviembre, Canapino girará otra vez, pero en Termas de Río Hondo, en un evento con el apoyo local.
Desde que Roger Penske compró la IndyCar a principios de 2020, la categoría solo está corriendo en Norteamérica. Esta temporada disputaron 17 fechas y 16 de ellas fueron en los Estados Unidos y una sola se corrió en Toronto, Canadá. Aunque el show que se quiere armar en la Argentina será el puntapié inicial para comenzar a negociar una posible fecha que sería en Termas de Río Hondo en 2024 y con un argentino en pista.
Al no competir fuera de Norteamérica aún no hay números de algún un canon por tener el evento en el país. La última referencia que se tuvo fue en aquella primera gestión de Juncos en 2018 con San Juan y el costo era de 5,5 millones de dólares por año, en un contrato por tres temporadas. El monto incluía los derechos de retransmisión televisiva de la IndyCar a nivel local en la temporada previa y durante la extensión del contrato. También la difusión del turismo argentino en las carreras de la categoría que disputa las 500 Millas de Indianápolis. Además, por 500 mil dólares adicionales se aseguraba la presencia de un argentino. En otros años la IndyCar corrió en Japón, Brasil, Australia y México.
Este martes por la tarde se llevó a cabo una conferencia de prensa en el Campo Argentino de Polo en la que se anunció la llegada del coche de IndyCar y que será conducido por Canapino, que es uno de los mejores pilotos a nivel nacional con cuatro títulos de TC, dos de TC 2000, siete de Top Race, uno de TC Pista y Copa Mégane. El global de su cosecha asciende a 15 coronas y quedó a una de Juan María Traverso, el más laureado a nivel nacional en pista.
Juncos, de 47 años, es oriundo de San Fernando y compitió en algunas carreras en el Sport Prototipos. Por la crisis económica de 2002 emigró a los Estados Unidos con 200 dólares y se hizo de abajo en aquel país donde arrancó trabajando de carpintero. Más tarde se desempeñó como mecánico en un equipo de karting y terminó fundado su propia escudería.
La IndyCar corrió solo una vez en la Argentina y fue el 28 de febrero de 1971 con las 300 Millas de Rafaela disputadas en el emblemático óvalo santafesino. Fue la primera vez que la categoría estadounidense tuvo una fecha puntuable fuera de su país. En aquella ocasión el único argentino que corrió fue otro arrecifeño, el reciente fallecido, Carlos Alberto Pairetti, quien fue 12° y 9° en las dos series y culminó 9° por la suma de tiempos. Nacida en 1911, la IndyCar tuvo diversos nombres y es la categoría más longeva del mundo y la segunda más importante del mundo a nivel de monopostos detrás de la Fórmula 1.
La última vez que un argentino corrió en la categoría fue en 2000 con Norberto Fontana, en la época que la divisional se llamó CART (Championship Auto Racing Teams). El coterráneo de Canapino y Pairetti también compitió de la mano de otro argentino que tuvo su equipo, el recordado John Della Penna. Por falta de presupuesto el Gigante de Arrecifes, que corrió cuatro carreras en la F1 en 1997, debió volverse a la Argentina y debutó en el TC 2000.
Según el efecto que genere en los popes de la IndyCar los eventos del auto de Juncos en el país y con la conducción de un argentino, se dará paso a la segunda instancia que será poder sentarse a negociar con la categoría para concretar una fecha. La ilusión es grande y ya se puso en marcha.